El pasado fin de semana, los residentes de la ciudad iraní de Yasuj, en la provincia de Boyer-Ahmad, fueron testigos de un fenómeno inusual: una lluvia de peces. Un video que se volvió viral en las redes sociales muestra cómo decenas de peces caían del cielo sobre una carretera mientras los vehículos continuaban su trayecto.
Este extraño suceso podría haber sido desencadenado por una tromba marina en el Golfo Pérsico, que levantó a los peces desde el mar. Llevados por corrientes ascendentes de viento, los peces permanecieron en las nubes durante un tiempo antes de precipitarse sobre la zona habitada de Irán.
Aunque poco comunes, las “lluvias de peces” son un fenómeno meteorológico genuino que ocurre de manera esporádica y ha sido registrado en diversas partes del mundo. A pesar de que aún no hay una explicación única y definitiva para este suceso, existen varias teorías que intentan arrojar luz sobre su origen.
Antecedentes de este fenómeno
Este fenómeno fue documentado en varias regiones, incluyendo Yoro en Honduras, así como en India, específicamente en Assam y Bengala Occidental. También se ha registrado en México, siendo el último caso en 2019, y en Estados Unidos, donde se han reportado en Texas y California.
En términos de causas, se cree que las trombas marinas son una explicación plausible, como sucedió en el caso reciente en Irán, donde columnas de aire giratorias sobre cuerpos de agua pueden elevar peces hacia las nubes, para luego precipitarlos como lluvia.
Además, las corrientes de aire ascendentes generadas por tormentas u otros fenómenos meteorológicos pueden tener un papel importante. Estas corrientes pueden transportar peces desde los cuerpos de agua hasta las altitudes donde se forman las nubes, dejándolos caer más tarde como lluvia.
La actividad sísmica también se ha propuesto como una posible causa. Los movimientos telúricos pueden agitar los cuerpos de agua, provocando que los peces salten o sean expulsados hacia la superficie, y luego caigan como lluvia.
Finalmente, factores ambientales como la escasez de oxígeno o la contaminación en los cuerpos de agua también podrían desencadenar este fenómeno. En algunos casos, los peces podrían buscar aire en la superficie o intentar escapar de condiciones adversas, lo que los llevaría a ser transportados por corrientes de aire y eventualmente caer como lluvia.
