Una mujer que estaba casada con un cirujano plástico falleció luego de que él le realizara una liposucción y el hombre quedó detenido acusado de mala praxis y homicidio.
El aberrante caso ocurrió en el Estado de Florida, en el sudeste de Estados Unidos, donde Benjamin Brown, de 41 años, se entregó a la Justicia luego de que se lo acusara de la muerte de Hillary Brown, de 33 años, tras ser operada por su marido en noviembre pasado.
El médico le estaba realizando una cirugía cuando su esposa, madre de tres hijos, comenzó a convulsionar y luego tuvo un paro cardiaco. A pesar de ello, él se negó a brindarle atención, por lo que la mujer falleció una semana después, de acuerdo con lo informado por la oficina del sheriff del condado de Santa Rosa.
Cómo fue la muerte de la joven
De acuerdo con los documentos incautados para la investigación, la mujer tenía programados varias intervenciones quirúrgicas el día en que su esposo la operó.
“Plicatura muscular en miniatura/revisión de cicatrices abdominales, liposucción bilateral del brazo, inyecciones en los labios y procedimientos de ajuste de las orejas”, decía el informe de la junta médica que fue consultada para la investigación.
Ese día, Hillary, que no es médica, “preparó sus propias bolsas intravenosas e ingirió un ‘puñado’ de pastillas multicolores, entre las que había valium (se trata de un medicamento para relajar los músculos)”, siguió el informe.
Así que cuando ella ingresó al quirófano, él le suministró anestesia adicional sin chequear lo que había ingerido previamente, y tampoco registró qué medicamentos le dio.
Y, al comenzar la liposucción, ella se puso “inquieta y sus pies comenzaron a temblar. Declaró que su visión comenzó a nublarse y le dijo al doctor Brown que veía ‘naranja’”, agregó el informe a partir del relato de una testigo.
“El doctor Brown continuó inyectándose lidocaína/xilocaína cuando Hillary Brown dejó de responder y comenzó a tener convulsiones en la mesa de operaciones”, indicó el documento.
La junta médica concluyó que el médico había sido “descuidado y desordenado” y encontró que su “autorización descarada de actividad sin licencia” indicaba que “tiene poco juicio y no se puede confiar en que garantice que sus pacientes reciban la atención adecuada”.
“El nivel de desprecio que el doctor Brown prestó a la seguridad del paciente, incluso cuando la paciente era su esposa, indica que él no está dispuesto o es incapaz de brindar el nivel adecuado de atención a sus futuros pacientes”, confirmó la fiscalía.
