Este miércoles, un incidente alarmante en 25 de Mayo, provincia de La Pampa, encendió la preocupación de la comunidad. Dos niñas, de 7 y 9 años, jugaban en la vereda de la calle La Adela cuando fueron atacadas por un perro.
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La agresión dejó a una de las menores con lesiones graves en la cara, por lo que fue trasladada de inmediato al Hospital Jorge Ahuad para recibir atención médica urgente.
Según el reporte inicial de Radio Génesis, difundido en su página de Facebook, los gritos de la niña herida alertaron a su madre, quien encontró a su hija con la cara cubierta de sangre. Aunque la menor está herida, fuentes confirmaron que su estado es estable. “Mientras dos nenas de 7 y 9 años jugaban en la vereda, un perro atacó a una de ellas provocándole serias lesiones en la cara”, relataron.
Además, un testigo agrego: “los gritos de la menor alertaron a su mamá que rápidamente salió en auxilio de su hija, que se tomaba el rostro y tenía sangre”.
La familia de la niña herida ya presentó una denuncia en la Comisaría Departamental y el Juzgado de Faltas local está tomando medidas. El caso generó un fuerte debate en las redes sociales, donde los usuarios discuten la responsabilidad en el manejo de perros peligrosos y la necesidad de una regulación más estricta.
Los vecinos denuncian la presencia de perros agresivos en diversas zonas de 25 de Mayo, y la discusión se ha centrado en la tenencia responsable de mascotas, las campañas de castración y el respeto por las normas municipales vigentes.
Este caso revive un problema que había escalado en enero, cuando un incidente similar con perros pitbulls llevó a enfrentamientos legales y amenazas hacia los denunciantes.
En esa ocasión, el juez de Faltas, Silvio Nicolini, había iniciado acciones contra el dueño de los perros peligrosos y destacó la existencia de sanciones de hasta 1.5 millones de pesos para quienes no cumplan con las ordenanzas.
Un hombre murió en San Juan, fue encontrado por la policía y descubrieron que sus perros se lo comieron
Un escalofriante descubrimiento se produjo en San Juan cuando la Policía encontró a un hombre de 58 años muerto en su casa, con sus perros comiendo su cadáver.
El incidente tuvo lugar en una vivienda ubicada en la calle Formosa 1074, en el barrio UTA de la Capital. La víctima fue identificada como Alejandro Elizondo.
Fueron los vecinos quienes alertaron al 911 al notar que Elizondo no había salido de su casa en más de tres días. Aunque intentaron contactarlo en varias ocasiones, el hermano de la víctima, con quien vivía, respondía que “Alejandro estaba durmiendo en su pieza” o que “estaba encerrado sin ganas de salir”.
Preocupados por su reciente cirugía de corazón, decidieron llamar a la Policía para que interviniera. En la noche del domingo, el personal policial llegó al lugar y descubrió una escena macabra: el cuerpo sin vida de Elizondo en la cama, rodeado por sus perros que lo estaban devorando.
Según las autoridades, la víctima convivía con su hermano, un paciente psiquiátrico, quien no informó a las autoridades sobre la muerte. Fuentes del caso señalaron que el cuerpo permaneció sin vida varios días antes de ser encontrado.
Los resultados de la autopsia confirmaron que falleció por causas naturales y que las mordidas, que dejaron el cuerpo desmembrado, ocurrieron después de su fallecimiento.
