Con disparos al aire y cánticos de alegría, la humilde localidad rural de Biban Mesbah, cuna de la boxeadora argelina Imane Khelif, se llenó de celebración este viernes tras el triunfo de la deportista en los Juegos Olímpicos de París. El pueblo, de apenas 6.000 habitantes, vibró al unísono al grito de “¡Un, dos, tres... Viva Argelia!” mientras arengaban el nombre de Khelif, quien se coronó con el oro en una emotiva final del peso wélter (-66 kg) frente a la china Yang Liu.
“Es la victoria de Argelia”, declaró con orgullo Omar Khelif, padre de la campeona, a la prensa, después de seguir el combate en una pantalla gigante montada en pleno centro de esta pequeña localidad, situada a unos 300 kilómetros de la capital argelina. Los disparos al aire no solo retumbaron en honor a la primera medalla olímpica de la boxeadora, sino también como un símbolo de la alegría que inundó cada rincón del pueblo.
La euforia no se limitó a Biban Mesbah. En la capital, Argel, una multitud se congregó en el corazón de la ciudad, iluminando el cielo con fuegos artificiales y haciendo resonar las bocvinas de los autos en una celebración espontánea. El presidente Abdelmadjid Tebboune también se sumó a las felicitaciones, publicando en redes sociales: “Estamos todos orgullosos de ti, campeona olímpica Imane, tu victoria es la victoria de Argelia, y tu oro, el oro de Argelia”.
La comunidad de Biban Mesbah, a pesar de soportar temperaturas abrasadoras de 46 ºC, se preparó con antelación para la gran noche. Hombres y mujeres trabajaron incansablemente para darle un nuevo rostro al pueblo. Mounir Khelif, primo de Imane, destacó el esfuerzo colectivo: “Acordamos darle al pueblo una nueva cara e insuflarle una nueva vida con la victoria de Imane Khelif”. Amina Saadi, vecina de 52 años y madre de seis hijos, comentó con emoción: “Nos hemos ayudado entre todos, algunos trayendo cuscús, otros aceite y verduras. Estamos todos unidos detrás de Imane, quien ha honrado a Argelia. Es lo menos que podemos ofrecerle”.
Las crícicas que recibió Imane Khelif
Sin embargo, el camino al oro Imane Khelif fue víctima de ataques en redes sociales, donde algunos la acusaban de ser “un hombre luchando contra mujeres”. Frente a estas críticas, la boxeadora respondió con firmeza tras su victoria: “Soy una mujer fuerte con poderes especiales. Desde el ring, envié un mensaje a los que estaban contra mí”.
La polémica surgió en París, cuando Khelif derrotó en solo 46 segundos a la italiana Angela Carini, quien rompió en llanto tras recibir un golpe devastador en la nariz. La indignación creció cuando el padre de Khelif se vio obligado a mostrar el certificado de nacimiento de su hija para confirmar su género. A pesar de las dificultades, Khelif ha demostrado ser una fuerza imparable en el boxeo internacional, desde su participación en los Juegos de Tokio 2021 hasta su descalificación en el Mundial de Nueva Delhi en 2023, lo que motivó la intervención del Comité Olímpico Internacional en defensa de su participación en París.
Imane Khelif, proveniente de una familia de escasos recursos, ha enfrentado innumerables desafíos para llegar a donde está hoy. En una entrevista, la boxeadora relató cómo su padre inicialmente no aceptaba su elección de dedicarse al boxeo, un deporte poco común para las mujeres en Argelia. Con esfuerzo y determinación, Khelif logró superar todas las adversidades, desde vender chatarra para poder entrenar, hasta convertirse en un símbolo de orgullo nacional.
“Empecé con nada y ahora lo tengo todo”, concluyó Imane en una entrevista con Unicef, recordando sus humildes comienzos y su arduo camino hacia el oro olímpico. Su historia no solo es un triunfo personal, sino un legado de esperanza y superación para todo un país.
