Eliminar los malos olores en el hogar puede parecer una tarea difícil, pero con algunos trucos simples de limpieza es posible disfrutar de un ambiente fresco y agradable sin necesidad de productos caros o agresivos. Los olores persistentes como el del cigarrillo o la humedad son comunes, pero tienen solución si se siguen los pasos adecuados.
Uno de los olores más difíciles de eliminar es el del humo del cigarrillo. Si fumás adentro de casa, es casi imposible eliminarlo por completo, pero un purificador de aire eléctrico puede ser de gran ayuda para reducir su impacto. En caso de que el olor haya quedado impregnado por un residente anterior, la solución pasa por una limpieza profunda. Cortinas, alfombras y muebles tapizados absorben el humo, por lo que es posible que necesites la ayuda de profesionales para eliminarlos completamente. Las paredes también acumulan ese olor, y una técnica eficaz es sellarlas con laca o barniz antes de volver a pintarlas, encapsulando así el humo que ha quedado impregnado en ellas.
El café, más allá de ser una bebida popular, es conocido por su capacidad para absorber olores. Un truco sencillo es colocar una lata de café abierta en áreas de la casa donde se concentran los malos olores, como cerca de la caja del gato o en el lavadero. El café actúa como un neutralizador natural y absorbe los aromas indeseables, lo que puede hacer una gran diferencia en el aire de tu hogar.
Humedad y moho: cuidado máximo y prevención
La prevención también es clave cuando se trata de evitar malos olores, especialmente los causados por el moho. El moho suele aparecer en lugares húmedos, como el baño, por lo que es importante asegurarse de que el aire circule bien después de ducharse. Mantener las ventanas abiertas o usar un ventilador o deshumificador puede prevenir la acumulación de humedad y, con eso, el desagradable olor que provoca el moho.
Por otro lado, la humedad suele ser un gran problema, especialmente cuando afecta a la ropa de cama o a las toallas, una buena opción para eliminarlo es lavar estos elementos pausando el ciclo de lavado durante 20 minutos para que las toallas queden sumergidas en el jabón, y luego continuar con el ciclo habitual. Este sencillo proceso eliminará el olor desagradable y dejará las toallas frescas.
Con estos simples trucos, es posible mantener un hogar fresco y libre de malos olores sin comprometer la seguridad. La prevención, el uso de productos naturales como el café y el cuidado al utilizar limpiadores químicos son claves para disfrutar de un ambiente agradable.
