Un hombre de 23 años que sufría de indigestión desde hacía varios días fue a consultar a un médico para que le hiciera estudios y determinar la causa de su malestar. Pero lo que le iba a diagnosticar el doctor jamás se lo imaginó: que la causa de su problema gástrico era que se había tragado una cucaracha y que seguía viva en su intestino delgado.
El increíble hallazgo ocurrió en el Hospital Fortis de Nueva Delhi, en la India, donde tras practicarle al paciente una endoscopía de 10 minutos, el equipo médico logró extraer el insecto vivo que medía 3 centímetros de largo.
“El paciente no sabía cómo había ingerido el bicho. Incluso a nosotros nos extrañó que siguiera intacto y no le hubieran afectado los jugos gástricos”, explicó el Doctor Shubham Vatsya, jefe del Departamento de Gastroenterología del centro de salud indio, al diario India Times.
Y agregó: “Durante los últimos tres días, el enfermo sufrió indigestión y distensión abdominal después de comer. Fue en una endoscopía cuando observamos por casualidad la cucaracha en un tramo de su intestino delgado”.
Para quitar el insecto del intestino, el equipo médico utilizó un endoscopio de dos canales, uno para la infusión de aire y agua, y el otro para la succión de aire, lo que permitió recuperar la cucaracha en buen estado de salud.
“Este insecto podría haber provocado una situación potencialmente mortal o enfermedades infecciosas, por lo que se procedió a su extracción inmediata”, cerró Vatsya.
Va al médico por su mal aliento y descubre que aspiró una cucaracha
Un hombre que fue a la guardia de un hospital por su persistente mal aliento descubrió con horror, tras ser revisado por un médico, que su problema se debía a que aspiró una cucaracha.
La espantosa situación fue vivida por un hombre de 58 años, residente de la ciudad de Haikou, en la provincia de Hainan (una isla ubicada en el extremo sur de China, vecina a Vietnam). Y comenzó una noche, en medio de su sueño, cuando sintió que algo le caminaba por la cara y, acto seguido, que le bajaba por la garganta, por lo que empezó a toser, pero no le salió nada por la boca, por lo que se volvió a dormir.
Leé también
Al día siguiente, ya se había olvidado de lo sucedido la noche anterior, e incluso llegó a pensar que se había tratado de una pesadilla, por lo que se dispuso a realizar sus tareas habituales.
Sin embargo, muy rápido se dio cuenta de que su aliento no era el mismo de todos los días, y que esa mañana era fétido, algo que su familia y conocidos le hicieron notar con bastante énfasis.
