Una mujer residente del Estado de Washington (noroeste de Estados Unidos) se vio obligada a llamar a la Policía para pedir ayuda porque su casa estaba rodeada por “un ejército” de más de 100 mapaches.
La dueña de la propiedad les indicó a los agentes policiales que los animales se mostraban muy agresivos y esperaban que ella les diera comida, algo que no se animaba a hacer por la enorme cantidad que iban y venían en los alrededores, tal como se pudo ver en las imágenes presentadas en la cadena de televisión local Komo News.
La oficina del sheriff de la localidad de Poulsbo, en las afueras de Seattle, está acostumbrada a recibir llamados pidiendo auxilio por incidentes con animales, al ser un área rural y boscosa, pero fue hace poco que la Policía local recibió una llamada al 911 de esta misma vecina que no podía ingresar a su domicilio porque una docena de mapaches se habían instalado en el jardín ubicado delante de la puerta de su casa con malas intenciones.
La mujer había estado alimentando a varias familias de mapaches durante 35 años, pero hace unas seis semanas se llevó la sorpresa de su vida al ver que el grupo familiar había crecido de manera significativa hasta llegar a unos 100 ejemplares hambrientos, todos esperando que la dueña de casa les diera de comer.
Como era de esperarse, ante tamaña concurrencia, la propietaria optó por atrincherarse en su domicilio, lo que enfureció a la manada de animales, que mostró ponerse bastante ansiosa ante la falta de alimentos, con una agresividad que iba en aumento.
Acosada por los mapaches
“Nos relató que los mapaches la acosaban día y noche, arañando el exterior de su casa y las puertas. Si ella se paraba con el coche, lo rodeaban y rascaban la carrocería”, dijo Kevin McCarty, vocero de la oficina del sheriff del condado de Kitsap, que abarca a la localidad de Poulsbo, en diálogo con Komo News.
Y agregó: “Es un problema que ella misma ha creado y con el que tiene que lidiar”, haciendo referencia a que siempre se recomienda no darle de comer a los animales salvajes, aunque no sea ilegal, porque después se vuelven dependientes de la alimentación de los humanos.
