Una periodista británica probó la primera comida envasada del mundo que está prohibida para menores de 18 años y que solo la pudo comprar presentando su documento de identidad para confirmar que era mayor de edad.
Danielle Kate Wroe es cronista del diario The Mirror y tuvo la oportunidad de compartir su experiencia al comprar en Islandia un plato preparado con Pepper X, considerado el chile más picante del mundo, de acuerdo con el Guinness World Records.
“Me gusta pensar que puedo soportar el picante y creo firmemente que la mayoría de las comidas pueden mejorarse un poco con una pizca de chile o un poco de salsa picante, según de lo que se trate”, expresó la periodista en la nota que publicó en el medio británico.
De acuerdo con la cronista, el Pepper X “supera los 2,69 millones de unidades de picante en la escala Scoville, lo que es un 53.760 por ciento más picante que un chile jalapeño”. Esto la motivó a hacer la prueba para conocer cuál era su nivel de tolerancia al picor más extremo posible.
La prueba de la comida envasada prohibida para menores de 18 años
La oferta de platos envasados preparados con Pepper X no es muy amplia y, por ahora, solo se pueden comprar dos variedades: pollo tikka masala, una preparación de origen indio, y los macarrones con queso y chile, que en Islandia se venden a 5 dólares cada uno (unos 6 mil pesos al tipo de cambio blue).
“Al principio, pensé que mi tolerancia a las especias había aumentado enormemente, ya que ni siquiera sentí un cosquilleo en la lengua. Pero fue una falsa alarma, ya que segundos después, mi boca se inundó con una sensación que no era nada agradable. Y eso fue antes de que siquiera hubiera probado el chili con carne de res del final”, reveló Wroe en su nota.
Y prosiguió: “Me obligué a tomar un bocado de chile, pero el dolor fue empeorando cada vez más. Intentaba desesperadamente no rendirme y beber un trago de agua, pensando que podría aguantar la ola de dolor, pero me hormigueaba toda la boca y necesitaba agua, de inmediato. Tomé un pequeño sorbo y pareció calmarme la boca al instante, así que pensé en darle otra oportunidad al plato preparado y tomé otro bocado, esta vez con los macarrones y el chile”.
“Esa fue la gota que colmó el vaso, y necesitaba beber desesperadamente debido al calor. Bebí 500 ml de agua, lo que me hizo sentir increíblemente hinchada e incómoda, lo que, combinado con los ojos llorosos y el hormigueo en la boca, no fue la mejor sensación del mundo”, confesó la periodista.
