Hace nueve años, la vida de Sabrina Gomes, una joven de Ceará, Brasil, cambió drásticamente cuando le diagnosticaron un tumor extraño en un órgano ubicado entre los pulmones y cerca del corazón, que desempeña un rol clave en la inmunidad. En el caso de la joven, el tumor produce cantidades excesivas de la hormona ACTH, que desarrolló el síndrome de Cushing, una condición grave que provoca síntomas como hipertensión, diabetes, infecciones recurrentes y una rápida alteración en la pigmentación de la piel.
El diagnóstico llegó cuando Sabrina tenía apenas 15 años. En su momento, los médicos decidieron operar, y la familia creyó que el problema había sido erradicado. Sin embargo, solo dos años después, el tumor comenzó a crecer de nuevo, llegando a un tamaño que imposibilitaba una nueva intervención quirúrgica. “Fue muy rápido, en cuestión de meses”, comentó la joven.
Este año, Sabrina notó un cambio alarmante en su piel: en solo tres o cuatro meses, su piel tomó un color bronceado intenso, efecto de la alta producción de ACTH provocada por el tumor que sigue activo en su organismo.
Lucha judicial por un tratamiento urgente
El caso de Sabrina tomó un giro judicial debido a la falta de acceso al único tratamiento disponible que podría reducir el tumor: el medicamento radioactivo conocido como lutecio. Aunque esta terapia podría destruir las células cancerígenas, su producción es limitada y no está incluida en la lista de medicamentos del Sistema Único de Salud de Brasil.
Ante esta situación, la madre de Sabrina, Patricia Gomes, acudió a la Justicia para que el Estado cubra el tratamiento. Después de meses de espera, y con el estado de salud de Sabrina empeorando debido a la compresión de su tráquea, la Defensoría Pública del estado de Ceará logró que se emitiera una orden judicial para proveer el medicamento. Sin embargo, el Estado presentó un recurso para evitar cumplir con la medida. Finalmente, la presión mediática logró que el Estado de Ceará avanzara con la adquisición del medicamento. Mientras tanto, la joven permanece en el Instituto del Cáncer de Ceará, esperando el momento en que los médicos consideren seguro aplicarle el tratamiento.
¿Qué es el síndrome de Cushing?
Se trata de una afección causada por niveles elevados y prolongados de cortisol en el cuerpo. Este exceso de cortisol puede ser consecuencia de la producción anormal de la hormona ACTH (adrenocorticotrópica), que estimula las glándulas adrenales a liberar cortisol.
Entre los síntomas más comunes se encuentran el aumento de peso, especialmente en la zona del abdomen y el rostro, debilidad muscular, presión arterial alta, alteraciones en el color de la piel (que puede verse más oscura o bronceada), osteoporosis y, en algunos casos, diabetes. La causa del síndrome puede ser un tumor en las glándulas adrenales o en la hipófisis, o, como en el caso de Sabrina, en otro órgano que produce ACTH en exceso.
