Una tarde de recreación en un campo de golf de Pinamar terminó en un violento episodio para S.L., una mujer de 61 años oriunda de City Bell, partido de La Plata. Según relató, el pasado martes fue víctima de una agresión física y verbal mientras disfrutaba del aire libre en un predio ubicado en la avenida Enrique Shaw.
La víctima explicó que suele visitar el lugar con frecuencia para caminar y relajarse: “Voy seguido al golf a pasear, a caminar, a descargar tensiones en el pasto”, señaló. En esta ocasión, estaba al costado de la cancha junto a una amiga, lejos de la zona de juego, cuando notó algo extraño. “Las pelotas volaban muy rápido en nuestra dirección. Esta gente parecía molesta con nuestra presencia y empezaron a tirar hacia nuestro lado”, detalló.
La agresión
S.L. decidió acercarse a dialogar, pero la situación escaló rápidamente. “De la nada, con el palo que tenía en la mano, me pegó en la cabeza. El palo se partió y el golpe me dejó atontada. Después sacó otro y me volvió a pegar”, contó en una entrevista radial.
La agresora, una mujer de 44 años que practicaba golf junto a su pareja de 62, también profirió insultos racistas y despectivos. “Me decía: ‘Váyanse, ratas. Pago 50 mil dólares para estar acá, esto no es Ostende, vayan al conurbano a tomar mate, ratas”, denunció la víctima. “Me pegaron como a una rata”, lamentó.
Un hombre que presenció los hechos grabó los momentos posteriores a la agresión. En el video, se ve a la pareja señalada alejándose del lugar mientras S.L. lloraba en el suelo. “Me partió el palo en la cabeza, loca de mierda”, se escucha decir a la víctima entre lágrimas. También se oye a su amiga pidiendo ayuda: “¡Socorro, que nos ayuden! La golpeó con un palo”. Ante esto, el hombre que filmaba respondió a la agresora: “Eso no te da derecho a golpearla con el palo”.
Heridas y denuncia
S.L. sufrió heridas en la cabeza y otras partes del cuerpo. Fue trasladada a un hospital local para recibir atención médica y luego presentó una denuncia en la Comisaría Primera de Pinamar. Actualmente, la causa está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción N°4 de Pinamar, dirigida por el fiscal Juan Pablo Calderón, y fue caratulada como lesiones.
La víctima, quien tiene una casa en Pinamar desde hace dos décadas, mencionó que la pareja acusada es propietaria de una farmacia en la zona. “Me duele la cabeza. Ahora estoy por entrar al médico. Estoy haciéndome estudios porque no me siento bien”, contó S.L., quien sigue padeciendo dolores y mareos tras el ataque.
