La Fiscalía de Berlín informó este jueves que un médico alemán, especializado en cuidados paliativos, está bajo sospecha de haber asesinado al menos a ocho pacientes. El acusado, de 40 años, permanece en prisión preventiva desde agosto pasado mientras avanzan las investigaciones que ahora incluyen nuevas víctimas.
En un inicio, la Fiscalía había señalado al médico como responsable de la muerte de cuatro mujeres, de entre 72 y 94 años, en sus domicilios. Según las investigaciones preliminares, tras suministrar un cóctel mortal de medicamentos, el acusado habría provocado incendios en las viviendas de las víctimas con el aparente objetivo de encubrir los crímenes.
Sin embargo, tras analizar documentos médicos y realizar nuevas autopsias, las autoridades ampliaron las acusaciones al incluir la muerte de dos mujeres, de 70 y 61 años, y dos hombres, de 70 y 83 años. Todas las víctimas sufrían enfermedades graves, pero no se encontraban en estado terminal, según señaló la Fiscalía.
Una intención que apunta al asesinato
El portavoz de la Fiscalía, Sebastian Büchner, afirmó que la evidencia recopilada hasta el momento indica que el médico actuó con el “único deseo de matar”. Las investigaciones ahora descartan que haya tenido un móvil de compasión o que las acciones respondieran a una solicitud de los pacientes, como ocurre en casos de eutanasia. “Es un caso que escapa a toda lógica médica o ética. Estamos ante un patrón de conducta que apunta exclusivamente al asesinato”, señaló Büchner en declaraciones a la prensa.
La Fiscalía no descarta que haya más víctimas entre los pacientes del acusado, y continúa investigando en profundidad sus antecedentes laborales y los historiales clínicos de quienes estuvieron bajo su cuidado. “Ya en el momento de la detención, se abrió una línea de investigación para determinar si el acusado podría haber cometido otros crímenes similares”, indicó Büchner.
Este caso causó un profundo impacto en el ámbito médico y en la comunidad alemana, abriendo un debate sobre los controles en torno a los profesionales de la salud y los cuidados paliativos. El hecho de que las víctimas estuvieran gravemente enfermas, pero no en estado terminal, plantea cuestionamientos éticos y legales, especialmente en un país con estrictas normativas sobre la eutanasia y la administración de medicamentos a pacientes vulnerables.
Por el momento, el médico enfrenta cargos por asesinato y la Fiscalía trabaja para esclarecer los hechos, determinar el alcance de los crímenes y establecer justicia para las víctimas y sus familias.
