Magalí Vera, la joven de 34 años que falleció en el auto que cayó al río Quequén, cerca de la ciudad bonaerense de Necochea, volvía con su pareja, Javier Cerfoglio, de 39 años, de un casamiento de unos amigos. Pero con el correr de las horas, la autopsia a su cuerpo determinó que la mujer tenía golpes previos al accidente, por lo que el hombre quedó detenido por la Policía y, ahora, la investigación se focaliza en determinar si su muerte fue un femicidio, tal como se vio en Mediodía Noticias.
Vera era una pastelera oriunda de la localidad de Santo Tomé, en el noreste de Corrientes y, el sábado, había logrado un importante objetivo profesional al confeccionar su primera torta encargada para una fiesta de casamiento.
“Bueno recién termino la torta, quedó joya así que bueno, mañana la voy a subir porque no voy a matar la sorpresa, así que bueno, gracias a todos los que me escribieron”, publicó Magalí en su cuenta en las redes.
Además, Vera trabajaba en la Oficina Municipal de Información al Consumidor de Necochea, donde se encargaba de tareas como la atención al cliente y la resolución de consultas relacionadas con los derechos de los consumidores.
La autopsia determinó que Magalí Vera tenía golpes previos al accidente
Sin embargo, lo que se creía que había sido un accidente vial en un principio, a medida que iban pasando las horas los investigadores empezaban a poner en consideración nuevas pruebas que iban surgiendo, sobre todo al recibir los resultados de la autopsia del cuerpo de Vera.
Es que el informe forense indició que la joven presentaba golpes previos al incidente, por lo que la Justicia detuvo al marido acusado de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género.
