A cuatro años de la partida de Diego Armando Maradona, su legado sigue vivo y late con fuerza en los corazones argentinos. “Diego Eterno”, la megaexposición que acaba de inaugurarse en La Rural, ofrece un recorrido único, inmersivo y emocionante que celebra la vida y el impacto del astro, desde su infancia en Villa Fiorito hasta su consagración como ícono mundial del fútbol.
La muestra, que combina las exhibiciones “Tango Dios” (2022) y “Diego Vive” (2024), se despliega en un espacio de 2.100 metros cuadrados y estará abierta al público hasta el 31 de enero de 2025.
Durante la apertura estuvieron presentes los hijos del Diez: Dalma, Giannina y Dieguito Fernando Maradona. Además, la muestra contó con la presencia de Claudia Villafañe, Benjamín Agüero, Verónica Ojeda y los campeones del Mundial ‘86.
Un viaje por la historia del “Diez”
Desde el primer paso, la experiencia se convierte en un tributo íntimo y vibrante. La exposición comienza con una pantalla que da la bienvenida con frases emblemáticas de Maradona, acompañada por un mensaje de Diego recreado con inteligencia artificial que conmueve hasta las lágrimas.
La muestra recorre hitos de su vida: una recreación de su humilde hogar en Villa Fiorito, los recortes de prensa que reflejan sus primeros pasos en Los Cebollitas, y un espacio dedicado a los balones más icónicos de los mundiales que protagonizó. Además, los visitantes podrán ver camisetas originales de los clubes que lo consagraron, incluyendo Argentinos Juniors, Boca Juniors, Napoli y Barcelona, junto a réplicas de trofeos como la Copa del Mundo de México ‘86.
Uno de los momentos más emotivos es la sección dedicada a “La Mano de Dios”, con una instalación que permite recrear el legendario gol a Inglaterra en 1986. Frente a esta sala, se encuentra un sector que conecta el partido con el contexto histórico de la Guerra de Malvinas, aportando un marco conmovedor al relato deportivo.
La muestra ofrece experiencias de realidad virtual con anteojos 360° en donde los visitantes pueden recrear el Gol del Siglo desde el Estadio Azteca, mientras escuchan el relato original de Víctor Hugo Morales. También hay desafíos interactivos como emular los malabares de Diego con pelotas o intentar meter goles imposibles, ideales para toda la familia.
En la última sala, la emoción alcanza su punto máximo con un montaje inmersivo que repasa los momentos más icónicos de Maradona al ritmo de La Mano de Dios, de Rodrigo. Este espacio finaliza con un memorial donde los fans pueden dejar ofrendas y mensajes en homenaje al ídolo eterno.
