Diego Agustín Martínez tenía 25 años y su pequeño hijo Luka, de 2 años, fruto de su relación con Magalí Guerrero. Pero antes de morir al chocar su auto contra una cabina de peaje de la Panamericana, el joven ya había publicado algunos mensajes que, a la luz de su trágico final, son considerados premonitorios de lo que terminó sucediendo.
Es que horas antes de morir, el joven había posteado estados de WhatsApp donde se despidió de su hijo, le pidió a su expareja que lo cuidara y que la “iba a amar toda su vida”, así como dejó también mensajes para sus padres y hermanos.
“Cuidá a Lu (por Luka) y cuidá a tu hermana. Dale un re beso en el cachete de mi parte”, era uno de los audios que envió a la hermana de Magalí, su ex. Al escuchar el mensaje, nadie se imaginó que el joven tenía planeado quitarse la vida, cosa que hizo al impactar el auto Volkswagen Suran color rojo que manejaba y que alquilaba para trabajar como chofer de una aplicación de viajes, contra la cabina 15 del peaje Campana de la Autopista Panamericana, en el kilómetro 33,5, a la altura de la localidad de Pablo Nogués, Malvinas Argentinas.
La depresión de Diego Martínez
Martínez estaba deprimido por la muerte de un amigo de la infancia y al hecho de que no lograba conseguir un trabajo estable. Y, aparte del posteo de despedida para su hijito, también había enviados sendos mensajes a su familia.
Magalí, su expareja, contó a Clarín que la muerte del joven “le pegó súper mal”, de ahí que le recomendó que hiciera terapia, porque creía que tenía síntomas de depresión. “Cuando pasó todo, Diego había estado hablando con su amigo unas horas antes. Cuando se enteró, quedó shockeado. Hasta el día de hoy se preguntaba el porqué”, contó la joven.
Y agregó: “Subió estados donde se despedía de la familia, de mí y de su hijo. Escribió cosas puntuales de los hermanos, de sus papás diciéndoles que los quería. También que a mí me iba a amar toda la vida y que cuidara de mi hijo. Que iba a ser una excelente mamá como lo vengo siendo”.
