Una mujer de 34 años que había desaparecido en Rufino, provincia de Santa Fé, fue hallada muerta en su casa un mes después de su desaparición y con evidentes signos de que su cuerpo fue comido por los perros que tenía.
El macabro hallazgo ocurrió en la vivienda que ocupaba Yésica Albil, cuyos familiares habían denunciado que no tenían noticias suyas desde el pasado 16 de septiembre, por lo que se contactaron con la Policía para que los ayudara a dar con su paradero.
Finalmente, cuando agentes de la Comisaría 3ª de Rufino llegaron hasta su casa, ya se encontraba en el lugar una abogada, un escribano y un familiar de la mujer. Y, luego de hacer las primeras pericias al cadáver, se determinó que Albil llevaba muerta en el lugar desde hacía un mes.
Si bien todavía falta la autopsia oficial, se supo que los perros de la mujer se habían alimentado con parte de su cuerpo durante todo este tiempo.
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Lo que se decidió hacer con la casa
La investigación por la muerte de Albil quedó a cargo del fiscal Mauro Menéndez, quien ordenó la intervención del personal de Criminalística y de la morgue de Venado Tuerto para realizar la autopsia.
Por otra parte, las autoridades a cargo de la causa llamaron al equipo de la PDI de Rufino para que se encargue de las tareas investigativas. Y, luego de revisar la vivienda y relevar muestras y pruebas que serán incorporadas a la causa, la Policía cerró la casa de la víctima y le puso una faja de clausura mientras dure la investigación.
