En el marco del Día Mundial del Retrete 2024, celebrado el pasado 19 de noviembre por la Organización de Naciones Unidas (ONU), la diputada bonaerense Viviana Guzzo, de Unión por la Patria, presentó un inusual proyecto legislativo que busca reconocer al inodoro como un “lugar de paz”, un “lugar para el progreso”, y un derecho humano fundamental.
La iniciativa, titulada “El retrete es un lugar para la paz”, destaca la importancia del acceso universal a sistemas de saneamiento seguros y adecuados. “Todo el mundo debería tener acceso a un retrete seguro, higiénico y privado, conectado a un sistema de saneamiento que elimine adecuadamente los desechos”, señaló Guzzo, enfatizando que la falta de servicios sanitarios adecuados puede provocar contaminación y la proliferación de enfermedades.
La legisladora subrayó que las mujeres y niñas son las más afectadas por la falta de saneamiento adecuado, lo que impacta directamente en su capacidad para estudiar, trabajar y vivir con dignidad. “Es una situación que menoscaba su calidad de vida y sus derechos fundamentales”, manifestó.
En su proyecto, Guzzo también abordó la responsabilidad estatal en la resolución del déficit habitacional y urbano, haciendo referencia al Plan Federal Sanitario Mi Baño, lanzado en 2023, como un ejemplo de políticas que apuntan a mejorar las condiciones sanitarias en el país.
Ejes principales de la propuesta
La diputada detalló tres líneas de acción que sustentan su iniciativa:
- Un lugar de paz: el inodoro como un espacio seguro para todas las personas.
- Un lugar de protección: el saneamiento adecuado como herramienta para aislar los desechos y prevenir enfermedades.
- Un lugar para el progreso: el acceso a servicios sanitarios dignos como motor de transformación social y protección de la dignidad humana.
A pesar de la importancia de la propuesta, el proyecto no logró avanzar en la Legislatura bonaerense, dejando el debate pendiente. Guzzo insistió en que la inversión en saneamiento y la mejora en la gestión de servicios deben ser prioridades para los gobiernos, argumentando que garantizar estos derechos es fundamental para el bienestar y la salud pública.
Aunque el proyecto no fue debatido, la iniciativa de Guzzo logró poner en el centro de la discusión un tema esencial pero a menudo ignorado: la necesidad de garantizar servicios sanitarios dignos y accesibles para todos.
