Un municipio se llevó la sorpresa de encontrar varias estatuas del pueblo que gobierna adornadas con ojos saltones, por lo que se vio en la necesidad de pedirle a sus habitantes que dejaran de hacerlo por el costo que representa su limpieza.
Se trata de la municipalidad de Bend, una pequeña localidad del Estado de Oregón, en el noroeste de Estados Unidos, que decidió mostrar lo que hicieron algunos de sus vecinos con las obras de arte ubicadas en espacios públicos, y concientizar a todos sobre el costo que lleva limpiarlas.
“Amamos nuestro arte en las rotondas de Bend, así que hagamos nuestra parte para cuidarlo. Aunque los ojos saltones colocados en las diversas obras de arte de la ciudad pueden hacerte reír, cuesta dinero quitarlos con cuidado para no dañar las esculturas”, empezaron explicando en un posteo en la cuenta oficial del ayuntamiento en Instagram (@cityofbendoregon).
Y prosiguieron: “Si bien no aprobamos las coronas, los collares de flores y los gorros de Papá Noel, mantengámonos alejados de los adhesivos, los grafitis y todas las cosas que puedan dañar las estatuas”.
El vocero municipal, René Mitchell, manifestó que los ojos de plástico pegados a las estatuas podían llegar a dañar el revestimiento de metal, aunque muchos salieron a defender esta extravagante práctica.
La reacción de los vecinos
En las redes, hubo muchos mensajes de apoyo a la moda de pegarles ojos a las estatuas.
“Los ojos saltones mantienen mi salud mental en buen estado”, “Estos ojos saltones me dan la esperanza de seguir adelante cada día”, “¡¡¡Ojalá esta publicación inspire más ojos saltones!!!”, “”La cinta adhesiva dañará esta obra de arte que resiste el clima de verano y las tormentas de invierno”: todos ustedes van a ser criticados por esto”, “No se preocupen, ciudadanos. La ciudad de Bend está abordando los grandes problemas que tenemos”, fueron algunos de los mensajes enviados.
