Roberto Bárzola se convirtió en el nuevo sospechoso en la causa por el crimen de Nora Dalmasso, ocurrido en noviembre de 2006, tras confirmarse que su ADN es compatible con las huellas genéticas halladas en la bata y el cuerpo de la víctima.
Bárzola, quien ya había sido citado a declarar en varias ocasiones, trabajaba como pulidor de pisos y se comprobó que el día del asesinato estuvo en la casa de la familia Macarrón, en Villa del Golf, en Río Cuarto.
El inesperado giro en uno de los casos más resonantes de Argentina disparó las búsquedas del nombre del sospechoso. “Roberto Bárzola” se instaló en el top de las tendencias de Google.
En ese entonces, Bárzola tenía 27 años (hoy tiene 45) y fue contratado junto a un compañero para pulir los pisos de la vivienda. Según su declaración, el 26 de noviembre de 2006 llegó a la casa, pero no tocó timbre, sino que esperó a su jefe en la puerta. Como su jefe nunca llegó, decidió irse. Aseguró que fue tres veces al domicilio y que en esas ocasiones solo vio a la víctima una vez.
A pesar de que la familia Dalmasso había solicitado desde el principio que se lo investigara, el fiscal de entonces no dio curso a la solicitud.
Sin embargo, en los últimos años, el fiscal Pablo Jávega incorporó nuevas pruebas genéticas en la causa. Para 2023, ya se habían recogido casi 200 muestras de ADN, incluida la de Bárzola.
A 18 años del crimen, el FBI confirmó hace unos días que el ADN de Bárzola coincide con las huellas genéticas encontradas en la investigación.
Actualmente, la Fiscalía está a la espera de poder obtener más antecedentes que “asocien y sustenten” su vinculación con el caso, dado que la causa ya ha prescripto.
