Nochebuena y Navidad son dos momentos de reencuentro familiar y de reuniones en las que los puntos de vista no siempre son parecidos. Por eso, para evitar que todos terminen peleados, hay temas que te conviene no tocar durante la cena del 24 y el almuerzo del 25 para que el clima festivo no se vuelva agrio.
#1. Política. Desde que estalló la crisis de 2001, los temas vinculados con la política han ido separando a los argentinos, al punto de que muchos lo viven como si se tratara de una rivalidad deportiva extrema, al mejor estilo de un Boca-River, Racing-Independiente, Estudiantes-Gimnasia o Central-Newell’s, por citar algunos ejemplos. Como bautizó con precisión Jorge Lanata, “la grieta” que se generó entre parientes y amigos al hablar de política no se redujo, por eso que es “mejor no hablar de ciertas cosas”, como cantaba Sumo.
#2. Fútbol. Puesto que la política se volvió discusión de tribuna como si fuera el duelo de dos hinchadas antagónicas, el fútbol no dejó de ser la máxima expresión argentina de la rivalidad llevada hasta extremos absurdos, así que mejor no hablar de campeonatos ganados y perdidos, sobre todo si alguno de la mesa es fanático y sin sentido del humor.
#3. Religión. En la Argentina es más difícil que este tema llegue a escalar en una charla, pero con el conflicto entre israelíes y palestinos, muchos que no son musulmanes se han sumado a la defensa de la causa palestina, provocando situaciones muy tensas en charlas familiares y de amigos.
#4. Dinero. Aparte de no ser un tema elegante para debatir en cualquier mesa, no solo navideña, lo cierto es que hablar de plata puede generar tensiones innecesarias, sobre todo cuando hay herencias y temas familiares mal resueltos alrededor del dinero, por lo que conviene elegir otros tópicos de conversación.
#5. Trabajo. Otro tema delicado cuando alguno de los invitados está desempleado y otros están disfrutando a pleno de sus actividades profesionales.
#6. Disputas familiares. Muchas veces, los reencuentros en familia después de mucho tiempo sin verse pueden disparar conflictos que habían quedado aletargados y que algunos ven como una buena oportunidad para ajustar cuentas alrededor de la mesa navideña. Así que hay que estar atentos a evitar que surjan en el momento menos esperado.
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#7. Apariencia física. Sobre todo si hay adolescentes en la mesa, tan pendientes de su imagen que cualquier comentarios sobre ella puede disparar un drama de consecuencias impredecibles.
#8. Hijos. Es normal hablar de los hijos y de sus progresos. Pero, a veces, las comparaciones se convierten en odiosas, sobre todo entre aquellos padres que son competitivos y que quieren mostrar que sus vástagos son los que mejor hacen las cosas.
#9. Dietas. En una época de comidas copiosas donde se suele comer mucho en Navidad, el tema de las dietas puede ser urticante para quienes tienen que bajar de peso.
