El pequeño Tao, hijo de la actriz Calu Rivero y el empresario Aito de la Rúa, comenzó su camino educativo en un colegio de vanguardia ubicado en José Ignacio, en la costa de Uruguay. Tal cual averiguó este medio, el establecimiento se distingue por su propuesta pedagógica innovadora y personalizada, que pone el foco en el desarrollo integral de los niños.
El colegio elegido por Calu Rivero no solo promueve una educación adaptada a las necesidades y ritmos de cada alumno, sino que también se caracteriza por su vínculo con la naturaleza y su entorno. Con amplios espacios verdes, el colegio fomenta que los niños realicen actividades creativas que combinan el aprendizaje con la vivencia directa de la naturaleza.
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En este lugar, la prioridad es el respeto por las diferencias y el aprendizaje desde la experiencia, lo que permite a los chicos explorar su creatividad mientras se desarrollan en un entorno emocionalmente saludable. “Qué hermoso ver cómo Tao aprendió sobre los procesos de la vida en su jardín. Gracias por sembrar en ellos valores y enseñanzas tan profundas desde pequeños. La vida es un constante fluir de procesos. Cambios y adaptación”, escribió la actriz en sus redes sociales.
Cómo es la relación entre Calu Rivero y Aíto de la Rúa
Si bien Calu Rivero y Aíto de la Rúa intentan preservar su relación al máximo, se sabe que la actriz y el hijo de menor del expresidente Fernando de la Rúa se conocen hace ya varios años. La pareja tuvo un romance en 2008 y, si bien se separaron, volvieron a apostar al amor años más tarde.
Trece años después de su separación, la pareja se volvió a encontrar y, tras pocos meses de romance, tuvieron a Tao, su primer hijo. Según contó la actriz en una entrevista que dio hace un tiempo, estar en pareja con él fue gracias al destino ya que “estaba escrito”.
“Nos conocíamos de antes. Hace 13 años fuimos novios y, 13 años después, nos reencontramos en Uruguay. ¿Qué decirte? Es lo que ya está escrito. Cuando me separé, me separé. Quedamos siempre muy bien... Él para mí siempre fue un hermoso hombre y lo sentí siempre familia”, contó ella.
Además que “pero ni en pedo me imaginaba volver, no. ¡13 años! ¿Quién te lo iba a decir? ¡Y el padre de mi hijo! Estamos sorprendidos, pero también maravillados, confiando mucho en eso que es más grande, que no se entiende pero que está escrito”.
