El verano trae consigo altas temperaturas que afectan no solo a las personas, sino también a las mascotas. Los perros, esos fieles integrantes del hogar, tienen una forma muy particular de lidiar con el calor: sacando la lengua y jadeando. Este gesto tan común cumple una función vital para su bienestar, pero ¿por qué lo hacen más en esta época del año?
A diferencia de los humanos, los perros no sudan para regular su temperatura corporal. En su lugar, jadean para liberar el exceso de calor. Al sacar la lengua, el aire pasa sobre la saliva, lo que ayuda a enfriar su cuerpo. Este proceso es especialmente frecuente después del ejercicio o durante días cálidos.
Además de regular su temperatura, los perros pueden sacar la lengua para expresar emociones como estrés, excitación o incluso relajación. Sin embargo, si este comportamiento es excesivo, podría indicar un problema de salud, como deshidratación o agotamiento por calor, especialmente en razas de hocico corto.
Cuidados básicos para prevenir la deshidratación de los perros
El calor puede ser peligroso para los perros, pero existen medidas sencillas para mantenerlos hidratados y frescos:
- Agua fresca y limpia: cambiar el agua al menos tres veces al día y asegurarse de que siempre esté accesible.
- Recipientes adecuados: usar materiales como acero inoxidable o cerámica, que son más higiénicos y fáciles de limpiar.
- Vigilancia constante: observar cuánta agua bebe el perro diariamente. En promedio, debería consumir entre 50 y 60 ml por kilogramo de peso corporal.
- Evitar el calor extremo: sacar al perro a pasear en horas frescas y crear zonas de sombra en el exterior.
Además de estas medidas, es clave también identificar señales de deshidratación. Es importante estar atento a ciertos signos que pueden indicar que el perro está deshidratado: pérdida de elasticidad en la piel, letargo o debilidad, jadeo excesivo o nariz seca.
Si notas alguno de estos síntomas, es fundamental consultar a un veterinario. Durante el verano, es esencial prestarles atención y cuidados especiales para que puedan disfrutar de la temporada sin riesgos. Desde mantenerlos hidratados hasta evitar la exposición prolongada al sol, cada acción cuenta para proteger a quienes nos regalan su lealtad y alegría.
