Un escalofriante caso de maltrato infantil conmociona a Francia, donde una mujer está acusada de matar de hambre a su hija de 13 años como presunta venganza contra su ex pareja. La menor, identificada como Amandine, falleció el 6 de agosto de 2020, pesando apenas 28 kilos y con signos de desnutrición extrema.
La tragedia ocurrió en el domicilio familiar de Montblanc. Según los informes médicos, la causa de la muerte fue un estado caquéctico asociado a una septicemia y un posible síndrome de realimentación. Amandine, quien medía 1,55 metros, presentaba signos de extrema negligencia, incluyendo pérdida de dientes y cabello arrancado.
La madre, identificada como Sandrine Pissarra, justificó la muerte alegando que su hija sufría un trastorno alimentario, una versión desmentida por los peritos. Testimonios recabados revelaron que la violencia hacia la menor habría comenzado seis años antes, intensificándose durante el confinamiento por COVID-19, cuando Amandine dejó de asistir a la escuela y pasó todo el día en casa.
Sandrine, madre de ocho hijos de tres relaciones distintas, habría focalizado su odio hacia Amandine como una forma de vengarse de su ex pareja. Los investigadores señalaron que la menor era privada de alimentos, sometida a castigos físicos y encerrada en un galpón vigilado por cámaras de seguridad.
El informe psiquiátrico confirmó que la mujer proyectaba su rencor hacia el padre de Amandine en su hija. Desde mayo de 2021, se encuentra en prisión preventiva, enfrentando cargos de “actos de tortura” y “barbarie”, delitos que podrían condenarla a cadena perpetua.
La responsabilidad del padrastro y detalles del juicio
El actual compañero de Sandrine, Jean-Michel Cros, de 49 años, también está siendo juzgado por no haber intervenido para proteger a la niña. Los cargos en su contra incluyen la privación de alimentos y cuidados esenciales, y podría enfrentar hasta 30 años de prisión.
El abogado del padre de Amandine describió el caso como “un infierno inhumano”. “Tenemos una pequeña momia de 13 años que vivió un infierno. Me gustaría saber por qué pusieron en práctica este escenario realmente diabólico”, declaró.
Por su parte, la defensa de Sandrine sostuvo que el juicio permitirá conocer las acusaciones “insoportables” contra su clienta, pero también aspectos que reflejan su supuesto comportamiento como madre.
El veredicto se espera para el viernes, mientras Francia sigue de cerca este caso que pone en evidencia el impacto devastador del maltrato infantil y la responsabilidad de las instituciones en prevenir tragedias como esta. La sentencia podría marcar un precedente en la lucha contra los actos de crueldad en el ámbito familiar.
