Un hombre que había comprado en el Reino Unido un auto cero kilómetro de alta gama promocionado como “imposible de robar” vio con espanto cómo un ladrón se lo sustraía tan solo 60 horas después de haberlo retirado de la concesionaria.
John, un británico de 45 años que reside en el condado de Warwickshire (en el centro del país) había adquirido un Range Rover 2024 SV Edition One a un distribuidor de la marca en la ciudad de Coventry. Por la camioneta había pagado la suma de 220 mil dólares, equivalentes a 264 millones de pesos al tipo de cambio blue.
El vehículo, que es 4x4, fue fabricado en edición limitada del que solo hay 550 unidades en el mundo, lleva llantas de grafito valuadas en 12 mil euros (14,5 millones de pesos), un lujoso interior con toda la tecnología más moderna y otros accesorios extravagantes tales como asientos que vibran al son de la música que suena en los parlantes de la cabina.
El dueño sabía que se exponía a un potencial robo, en un país donde las sustracciones de vehículos de alta gama no para de crecer. Sin embargo, el dueño reveló que la concesionaria le dijo que el modelo que había comprado presentaba una mejora en materia de seguridad de la empresa Jaguar Land Rover (JLR) que lo volvía “imposible de robar”.
Pero, a su enorme sorpresa, menos de 60 horas más tarde de retirarlo de la concesionaria, un ladrón demostró que no era tan seguro como se lo habían pintado al propietario y se lo llevó de delante de su casa.
“Me sentía seguro, acababa de pagar 220 mil dólares por un automóvil fabricado por JLR y el personal del concesionario aseguró que era a prueba de robos por un novedoso sistema de seguridad”, dijo John en diálogo con el medio The Daily Mail.
Además, contó que les había preguntado a los mecánicos de Land Rover si convenía instalarle un inmovilizador Ghost, que requiere introducir una contraseña para arrancar el vehículo, pero le dijeron que no era necesario porque “nadie se lo llevará”.
Un robo que no tomó ni 15 minutos
Menos de tres días después de subirse a su nuevo 0km, el dueño empezó a recibir llamadas perdidas de la empresa de rastreo de vehículos y miró por la ventana para ver si su camioneta estaba ahí.
Las cámaras de seguridad mostraron que tres hombres se acercaron al vehículo, pero uno solo se encargó de abrirlo en menos de 15 minutos, arrancarlo y llevárselo. El propietario se quejó al concesionario por lo que considera un “fallo catastrófico del sistema de seguridad anunciado como de última generación”, pero todavía no le dieron una respuesta satisfactoria.