Un aberrante hecho tuvo lugar en la localidad de San Lorenzo, en Santa Fe, el jueves pasado: una docente fue detenida tras abandonar a tres chicos con autismo en una ludoteca infantil. Según trascendió, se fue para inyectarse corticoides.
La mujer, identificada como Aldana “Puli”, fue detenida tras ser acusada de maltrato infantil y abandono de personas. Los nenes de 3, 7 y 8 años quedaron encerrados en el lugar “¿Y tu Quique?”, en la calle Dorrego al 2100, sin supervisión y expuestos a altas temperaturas.
Los niños no podían salir al patio ya que la puerta estaba cerrada con llave. Daiana, una de las mamás, contó que al llegar al lugar tocó la puerta pero no tuvo respuestas por parte de la docente. Eso encendió las alarmas y fue ahí cuando vio a uno de los nenes rasguñando la puerta para tratar de salir.
“Cuando regresamos, nadie nos atendía. Miré por una ventana entreabierta y vi a un niño. Le pregunté por la maestra y me dijo: ‘La seño Puli se fue y nos dejó solos’”, indicó a Medios Red.
La detención de la docente
Daiana y su pareja dieron aviso inmediato a la policía, que con una barra de metal logró abrir la puerta y rescatar a los nenes. Afortunadamente estaban bien y no tenían daños, pero el trauma por haberse quedado solos se hizo notar, afirmó la mujer.
Pasadas las 18hs “Puli” llegó al lugar y fue increpada por los padres y los vecinos. La mujer explicó que había ido a inyectarse dexametasona, un medicamento antiinflamatorio e inmunosupresor, pero los padres la cuestionaron y barajaron la posibilidad de un posible problema de adicciones.
El fiscal Maximiliano Nicosia imputó a la maestra por abandono de persona y ordenó la clausura de la ludoteca. “De acuerdo al relato de los padres, los menores estaban muy transpirados. Ante todo ello, ordené la aprehensión de la docente, y pido un detalle de las condiciones en las que se encuentra el lugar y su entorno”, indicó el fiscal a La Capital.
El testimonio de la mamá de uno de los niños
La mamá de uno de los nenes habló en Mediodía Noticias del mal momento que pasó cuando llegó al lugar.
“Los chicos estaban solos, no había nadie. Mi nene, de 3, y el de 9, tienen TEA. El nene de 6 fue quien nos explicó que estaban solos. A mí no me atendió las 1500 llamadas pero sí a un vecino, al que le dijo que no quería volver, pero finalmente lo hizo. Yo no tenía forma de comunicarme con las otras familias, que tenían a sus hijos muy angustiados”, dijo sobre el momento en que llegó al establecimiento y encontró la puerta cerrada y a los nenes adentro y solos.
“No era la “Puli” que había todos los días la puerta con energía, estaba cansada, desgastada, no podía habar. Tiene problemas de consumo de sustancias”, confirmó la mujer.
