Un preso de la cárcel de Chimbas, en San Juan, protagonizó un insólito episodio al tragarse una tijera como forma de protesta. Se trata de Axel Hernán Rojas, quien cumple condena desde 2019 y, según informaron las autoridades, no es la primera vez que realiza este tipo de acciones.
El hecho ocurrió el lunes 10 de febrero, pero se dio a conocer en las últimas horas luego de que se confirmara que el recluso se encuentra fuera de peligro. Rojas ingirió la mitad del objeto metálico, lo que activó un operativo de emergencia en la cárcel, aunque en un primer momento se negó a recibir atención médica.
Ante la gravedad del caso, el personal penitenciario intervino y logró controlar la situación. Rojas fue trasladado a un centro de salud, donde se determinó que no era necesaria una operación y los médicos pudieron extraer la tijera sin complicaciones. Horas después, el recluso fue dado de alta y regresó a la cárcel.
Las autoridades penitenciarias detallaron que no es la primera vez que el interno realiza este tipo de actos extremos. En 2021, antes de que comenzara su juicio, se cosió la boca en señal de protesta.
El caso ha generado gran impacto debido a la reiteración de conductas autodestructivas del preso, lo que podría derivar en nuevas evaluaciones sobre su estado de salud mental dentro del sistema penitenciario.
Alumnos golpearon y quemaron con agua hirviendo a un compañero en un colegio católico de San Juan
En las últimas horas estalló el escándalo entre un grupo de alumnos de tercer año de un colegio católico de San Juan: un joven fue golpeado por sus compañeros y luego de tiraron agua hirviendo en todo el cuerpo.
El ataque tuvo lugar a la salida de una clase y, si bien se dio a conocer este miércoles, se supo que ocurrió hace aproximadamente un mes en un establecimiento privado perteneciente a la Univesidad Católica de Cuyo.
La mamá de la víctima presentó la denuncia en la Comisaría 13° y explicó que los adolescentes le taparon la cabeza con una campera a su hijo, que salía de la clase de educación física, y que comenzaron a pegarle golpes de puño y patadas en todo el cuerpo.
Como si eso fuera poco, en un determinado momento le tiraron agua hirviendo. Según comunicó Diario de Cuyo, afortunadamente la ropa que llevaba evitó quemaduras de alto grado y solo sufrió algunas heridas leves en la espalda.
Si bien en un primer momento se habló de una broma de mal gusto, los investigadores apuntan a que el chico sufría bullying por parte de sus compañeros de colegio.
