Luciana Salazar comparte en redes sociales contenido de su hija Matilda casi a diario. Recientemente, la modelo habló de su intimidad con la niña de 7 años y sorprendió al contar que le diagnosticaron hiperactividad a la menor.
En diálogo con la revista Gente, Luli contó cómo se las ingenia para tratar el diagnóstico de su niña. “Soy muy exigente en cuanto a los modales, las formas y la educación. Todo el tiempo le remarco lo bueno y lo malo para que lo pueda corregir”, explicó la blonda.
Y sumó: “Es una nena solidaria que tiene carácter y personalidad marcados. Tal vez, quizás por el hecho de que es hija única, hay que trabajarle los límites. Pero lo que tiene es un corazón inmenso: se preocupa mucho por lo que le pasa a los seres que ella quiere”.
Por otro lado, la modelo destacó que el colegio de Matilda la ayuda bastante para poder concentrarse y probar nuevas actividades: “Es un colegio cosmopolita, con todas las culturas. Yo quería que mi hija fuera una mujer abierta, que tuviera contacto con todas las razas y religiones. Es un colegio que contiene mucho a los chicos y cuenta con un nivel educativo imponente”.
“Lo que lograron con mi hija es alucinante. Sabía que ahí no iba a vivir el bullying como iba a vivir en otro colegio por, por ejemplo, ser hija de un famoso”, indicó sobre el rol de la institución en su vida.
Luciana Salazar abordó la crianza de Matilda
Sobre la hiperactividad en sí, Luciana remarcó que su salvación son las actividades post horario escolar: “Los deportes y las actividades extracurriculares en el colegio: baile, patín, gimnasia rítmica, acrobacia y entrenamiento de porrista. Tiene actividades todos los días. Le estamos encontrando cualidades que nos asombran”.
“Le decimos la ‘mini Carolina Herrera’ porque tiene una idea impresionante del mundo fashionista. El otro día la encontré cociendo. Estaba con una aguja e hilo armando una ropa para una muñeca. Yo no podía creer su manejo para hacer eso y su noción de las proporciones, para que le quede bien a la muñeca. Me impresionó”, dijo además sobre una de las grandes pasiones de Luli.
Así, quedó claro que la niña sin duda seguirá los pasos de su madre en el mundo artístico y de la moda: “Dice que quiere ser modelo y que le gustaría diseñar. También a veces salta con que desea ser cantante. Ella es muy artista. A veces la veo bailar o actuar frente al espejo. Tiene mucha facilidad con el arte”.