La Policía detuvo en el aeropuerto de Bariloche a Konstantin Rudnev, el peligroso líder de una secta rusa, luego de que una de sus integrantes intentara dar a luz en el hospital local y, tras una discusión con otras mujeres del mismo origen, los médicos hicieron la denuncia en la Justicia, que finalmente detuvo a todos los miembros de la cofradía.
“Es un tema difícil de comprobar, porque la trata de personas es un delito típicamente federal. Es decir, vos tenés que convencer al juez que está frente a una red de trata de personas. Tenés que ver también qué tipo de delito es, de qué manera estaba configurado. Porque hay trata laboral, hay trata sexual, hay trata que puede tener algún otro tipo de fin” empezó explicando Ignacio González Prieto en TN.
Y prosiguió: “Hay 15 personas detenidas, nueve en el aeropuerto de Bariloche, seis en el aeropuerto de Buenos Aires. Evidentemente algo estaban escondiendo, porque cuando llegó la Policía Federal a allanar el lugar donde vivían, se escaparon corriendo por el medio del campo. De hecho, la Policía Federal llama de urgencia a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que se pone en alerta en el aeropuerto de Bariloche, y ahí llega un grupo de personas, un hombre que estaba hasta en ojotas, que era el líder de la secta”.
Los integrantes de la secta de Bariloche
“Las mujeres también estaban de manera muy rudimentaria, lo que les dio la pauta a la PSA que se estaban escapando, que se querían ir lo más pronto posible. Les pidieron la documentación y les encuentran 131 pastillas de cocaína. Había dos camionetas que habían dejado en el predio con 12 teléfonos celulares, un teléfono satelital, que no lo tiene cualquiera, un handy, por lo tanto se preguntan para qué lo usaban, quiénes se comunicaban con quién”, agregó el periodista.
“Tenían tres computadoras donde se cree que puede haber material muy útil. Había 10 chips de teléfono, no es normal que alguien tenga tantos, los que tienen muchos es porque tienen la intención de cambiarlos para no ser detectados. Tenían 14 mil dólares, que es un montón de plata. Tenían un millón de pesos, había distintos pasaportes y tenían tarjetas de débito y de crédito”, contó González Prieto.
“Este hombre (Rudnev, el líder) se viene a Bariloche, y acá viene lo más raro: daban cursos de yoga y de espiritualidad, a 5 mil dólares por curso”, cerró.
