Mientras Lizy Tagliani atraviesa uno de los momentos más difíciles de su carrera, envuelta en un escándalo judicial iniciado por Viviana Canosa, una inesperada muestra de afecto llegó de la mano de su compañera en La Peña de Morfi, Barby Franco.
En medio de rumores, acusaciones cruzadas y un futuro incierto con respecto a la adopción de su hijo, Tati, la humorista recibió el apoyo de la modelo y pareja de Fernando Burlando. Fue en sus historias de Instagram, donde Barby compartió una tierna caricatura en la que se la ve riendo junto a Lizy, acompañada de un mensaje breve pero contundente: “Que nunca nadie borre esa sonrisa”.

Las palabras de apoyo llegaron a Lizy, quien decidió repostear el dibujo en su propia cuenta. Agradecida por el apoyo recibido, la conductora viene compartiendo cada muestra de cariño que le envían, como forma de contrarrestar los difíciles días que está viviendo tanto a nivel profesional como personal.

El gesto de Barby tiene aún más peso si se tiene en cuenta que, días atrás, Canosa apuntó directamente contra Fernando Burlando, asegurando que el reconocido abogado habría rechazado representar legalmente a Lizy en la causa que ella inició. Sin embargo, el propio Burlando se encargó de desmentir esa información, aclarando en una entrevista con Primicias Ya que no hubo tal decisión formal ni pedido directo de la humorista.
Lizy Tagliani recibió apoyo de los padres del colegio de su hijo
En el programa Cortá por Lozano, Costa, quien también fue mencionada por Canosa en su denuncia, se refirió al impacto de la situación en la vida cotidiana de Lizy. Según contó, el apoyo hacia su amiga fue inmediato y muy claro: las mamás del colegio se manifestaron a su favor en el grupo de WhatsApp. “La quieren y la respaldan porque la ven todos los días en su rol de madre”, aseguró la panelista, destacando que en ese entorno no hay dudas sobre la figura de Lizy.
Verónica Lozano, conductora del ciclo, también sumó su reflexión sobre cómo este tipo de acusaciones afectan a las relaciones sociales y al entorno escolar del niño. “Parecen cosas menores, pero no lo son”, dijo en referencia a situaciones cotidianas como recibir a los compañeros en casa o planear una pijamada.
La propia Lizy, visiblemente dolida, habló del tema en el programa A la Barbarossa. Allí explicó que, ante el revuelo mediático, se puso a disposición del grupo de mamás y les ofreció, si fuera necesario, retirar a su hijo del colegio. “Quiero que sea feliz, que crezca con amor y que esté orgulloso de llevar nuestro apellido”, expresó entre lágrimas.
Por su parte, según relató Nancy Pazos en A la Barbarossa, varias madres del colegio ya expresaron que no tienen ningún tipo de preocupación sobre Lizy. De hecho, compartieron que desde que el niño comenzó las clases, mostró avances notables en su comportamiento y bienestar emocional.