Cande Ruggeri fue blanco de una crítica despiadada sobre su aspecto físico y no dudó en responder con firmeza. Cansada de los comentarios sin filtro, decidió publicar la agresión que recibió y acompañarla con una reflexión directa y sin vueltas.
Todo comenzó cuando una usuaria le escribió: “No te sigo pero me apareció esto y la verdad estás espantosa. ¿Hace falta desfigurarse siendo una pendeja? Si no sabés qué hacer con tanta guita, doná a tantos hogares o refugios que lo necesitan. Por favor, cómo se nota que dentro de esa cabecita hay una sola neurona rebotando sin saber qué hacer”.
El mensaje fue el detonante para que Cande, de 33 años, reaccionara con fuerza y compartiera en sus redes su hartazgo frente al odio gratuito que muchas figuras públicas reciben a diario. “Bueno, hoy me levanté con este mensaje y ya estoy harta de que la gente siga opinando al pedo de todo. Es fácil hacerlo atrás de una pantalla”, comenzó diciendo.

Lejos de victimizarse, Ruggeri dejó en claro que sus decisiones son personales y que nadie tiene derecho a juzgarlas: “Les cuento que de este lado hay una persona que cuando lee estos comentarios a veces le duele, ¿ok? Es mi vida, mi cuerpo y voy a hacer lo que se me canta el ojete. Tengo 33 años, chicos. Obvio que voy a estar diferente a cuando empecé hace más de 10 años. Y si me hice cosas, es problema mío”.
Cande Ruggeri hizo un llamado para que dejen de criticarla
Consciente de que su exposición genera opiniones, la influencer también aprovechó para aclarar que sí ha colaborado con causas solidarias, a diferencia de lo que insinuaba la crítica: “Para que sepan, los colchones de mi depto anterior, sábanas, toallas y mucha ropa, los doné a gente que lo necesitaba”.

En el cierre de su mensaje, Cande apeló a una reflexión más profunda sobre el uso de las redes y el respeto por el otro: “Basta, posta. No está bueno. Estamos en el 2025, sean felices. Gasten su tiempo en cosas que los hagan felices en vez de hacer comentarios hirientes sin sentido”.
Su publicación rápidamente se viralizó, ya que se trata de una situación que reabre el debate sobre la violencia verbal en redes sociales y la presión estética que enfrentan las mujeres en el mundo del espectáculo.