Ni lavandina ni detergente. Para mantener la limpieza reluciente del hogar no es necesario invertir grandes sumas de dinero. Sólo basta con revisar la alacena y recurrir a uno de los productos más típicos de la ensalada: el vinagre. Aunque su aroma no es de lo más tentador, este aderezo tiene propiedades únicas que puede dejar cualquier superficie reluciente y sin necesidad de gastar de más.
Los poderes del vinagre se dan gracias a su composición y su doble fermentación. Primero, los azúcares de frutas o granos se transforman en alcohol. Luego, este alcohol se convierte en ácido acético que, mezclado con agua, da como resultado un líquido con un pH tan bajo que puede descomponer manchas difíciles sin dañar.
Por este motivo, es que el vinagre tiene poderes casi mágicos. Este producto puede ser infalible contra el sarro, la cal y otras formaciones minerales por lo que es ideal para limpiar la grifería llena de esta composición y cualquier otro lugar que se requiera. Muchos también la aplican en el lavarropas para dejar las toallas y sábanas más blancas y mullidas.

Entre todas sus virtudes, el vinagre también cuenta con propiedades antimicrobianas. Aunque no todas las bacterias mueren al contacto con él, muchas sí se ven afectadas por el entorno ácido que crea. Diferentes investigaciones científicas revelan que este líquido puede ser un desinfectante natural útil para frutas, verduras y hasta prótesis dentales.
Otras cualidades infalibles del vinagre
Aquellos influencers que se encargan de compartir tips en redes sociales confirmaron que la fórmula de vinagre y bicarbonato de sodio es ideal para limpiar cualquier cosa. Esta mezcla es imbatible y muchos la usan para las zapatillas blancas, los azulejos y más. Tal como explican los expertos, esto se da gracias al gas que se libera (dióxido de carbono), que ayuda a remover residuos pegados y dejar todo como nuevo.

A pesar de sus múltiples funciones, el vinagre tiene también sus limitaciones. Este líquido no es recomendable para ciertos objetos como el mármol, la caliza o el ónix, ya que puede erosionarlas. Tampoco debe usarse para limpiar el interior de dispositivos electrónicos, donde el ácido podría corroer circuitos. Sin embargo, en carcasas externas y pantallas, bien diluido y aplicado con un paño, puede ser una opción segura y eficaz.