Organizar la jornada laboral puede convertirse en un verdadero desafío cuando la lista de tareas pendientes se vuelve interminable y la energía no alcanza para todo. En este contexto, cada vez más personas buscan métodos efectivos para gestionar su tiempo y aumentar la productividad. Uno de los enfoques que más repercusión tuvo en el ámbito corporativo y en redes sociales es la técnica conocida como “Eat that frog” o “Comete el sapo”, inspirada en una célebre frase del escritor Mark Twain.
Esta estrategia propone una idea simple, pero efectiva: identificar la tarea más compleja del día y abordarla en primer lugar, cuando la mente aún está fresca y enfocada. Lejos de ser una moda pasajera, esta técnica se presenta como una herramienta concreta para combatir la procrastinación, reducir el estrés y mejorar el rendimiento diario. A continuación, te contamos en qué consiste y cómo podés aplicarla para transformar tu rutina.
¿En qué consiste la técnica del sapo?
La frase “Comete ese sapo” viene de una cita atribuida a Mark Twain: “Si tu trabajo consiste en comerte un sapo, es mejor hacerlo a primera hora de la mañana”. La metáfora apunta a enfrentar, cuanto antes, aquellas tareas que más resistencia generan, ya sea por su dificultad, su duración o simplemente por el hecho de no resultarnos agradables.
Aplicado al ámbito laboral, este método propone identificar la tarea más exigente de la jornada y hacerla antes que cualquier otra cosa.
¿Por qué esta técnica es tan efectiva?
- Aumenta la productividad desde temprano: iniciar la jornada con una tarea desafiante ayuda a poner en marcha el cerebro y generar una sensación de logro. Esta acción actúa como disparador de la motivación, permitiendo que el resto de las actividades se desarrollen con mayor fluidez.
- Aprovecha el momento de mayor rendimiento mental: numerosos estudios demuestran que las primeras horas del día suelen ser las más productivas para la mayoría de las personas. Utilizar ese tiempo para concentrarse en lo más importante permite trabajar con más claridad, eficiencia y creatividad.
- Reduce el estrés y la procrastinación: la tendencia a postergar tareas complejas puede generar ansiedad y afectar el desempeño general. Al hacerlas desde el inicio, se evita la acumulación de presión y se gana en tranquilidad durante el resto del día.
¿Cómo identificar cuál es tu “sapo” del día?
No todas las tareas son iguales, y no todas generan el mismo impacto. Para aplicar correctamente esta técnica, es fundamental aprender a reconocer cuál es la tarea que más atención requiere:
- Escribir una lista de 6 tareas o pendientes que tengo para el día.
- Escoger las 3 tareas más importantes y urgentes.
- De esas 3 tareas seleccionadas, tu sapo es la más urgente, más difícil y más probable que procrastines.
Esta estrategia puede tener un impacto profundo en la organización del trabajo diario. Adoptarla no sólo ayuda a mejorar la productividad, sino que también reduce el estrés, eleva el nivel de satisfacción y facilita el cumplimiento de objetivos a largo plazo.
