La heladera es uno de los electrodomésticos que más energía consume en un hogar promedio. A diferencia de otros equipos que se utilizan por períodos cortos, este aparato funciona de manera continua. De acuerdo con datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), hasta el 18 % del consumo eléctrico residencial se destina a la refrigeración y congelación de alimentos.
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Mantener una temperatura adecuada en la heladera es una de las formas más simples y efectivas de ahorrar energía en el hogar. Según especialistas en eficiencia energética, la temperatura ideal del refrigerador es de 4 °C y la del congelador debe mantenerse entre –18 °C y –25 °C. Este ajuste, aunque sencillo, puede tener un impacto significativo tanto en el cuidado de los alimentos como en el consumo eléctrico mensual. Sin embargo, la temperatura no es el único factor a tener en cuenta.
Consejos para un uso eficiente de la heladera
Además de mantener una temperatura constante, hay una serie de recomendaciones que pueden ayudar a optimizar el uso del electrodoméstico y reducir el gasto energético:
- Evitar colocar la heladera cerca de fuentes de calor, como hornos o radiadores, y protegerla de la luz solar directa.
- Facilitar la ventilación de la parte trasera, permitiendo la circulación del aire.
- No introducir alimentos o bebidas calientes, ya que esto obliga al motor a trabajar más para recuperar la temperatura interna.
- Abrir la puerta solo cuando sea necesario y por el menor tiempo posible.
- No sobredimensionar la capacidad del equipo. Elegir una heladera más grande de lo necesario implica un mayor consumo.
- Organizar correctamente los alimentos en el interior, de forma que el frío se distribuya de manera uniforme.
- Descongelar el freezer cada tres meses aproximadamente. La acumulación de hielo actúa como aislante y reduce la eficiencia.
- Limpiar la parrilla trasera una vez al año para evitar que el polvo o la suciedad interfieran con el funcionamiento del sistema.
Elegir un electrodoméstico con etiqueta de eficiencia energética A o superior es otra decisión clave. Si bien el consumo diario de una heladera puede no parecer elevado, su uso constante lo convierte en uno de los principales responsables del gasto eléctrico mensual.
Optimizar el uso de este electrodoméstico no solo representa un ahorro económico para el hogar, sino que también contribuye a una menor huella ambiental. En un contexto en el que el uso responsable de la energía se vuelve cada vez más urgente, estos pequeños gestos cotidianos pueden marcar una gran diferencia.
