Frente a la disparada en el precio de los huevos por una mayor inflación, en Estados Unidos descubrieron un nuevo negocio: el alquiler de gallinas para tener sus propios huevos frescos.
En el Estado de Pensilvania (este del país) nació hace diez años atrás “Rent the chicken” (alquile el pollo), un emprendimiento que permite a los vecinos tener la experiencia de comer huevos orgánicos y más baratos que comprados en el súper.
“Quiero ver si me gusta esto de alquilar mis propias gallinas”, empezó contando Yong-mi Kim, una mujer que vive en las afueras de Los Ángeles, California, en diálogo con AFP, tras recibir dos ejemplares y todo el kit para criarlas, alimentarlas y tener huevos.
“Algunos conocidos míos tienen sus propias gallinas, pero les toma mucho tiempo y tuvieron que adaptar todo el jardín. Así que creo que alquilarlas es mucho más cómodo”, explicó la mujer.
El servicio ya está presente en 40 ciudades de todo el país con acuerdos con productores locales y ahora, con la suba de la inflación y la escasez de huevos en las tiendas, se disparó la demanda de gallinas en alquiler.
“Este año detectamos un interés mucho mayor, diría entre tres y cuatro veces superior al mismo período del año pasado”, indicó Victoria Lee, quien abastece de gallinas en alquiler para el área de Los Ángeles desde su granja ubicada en Agua Dulce, en las afueras de la ciudad.
En el peor momento de la escasez, los estadounidenses llegaron a pagar hasta 10 dólares (12 mil pesos) por una docena de huevos, es decir el triple del precio habitual, por lo que los supermercados tuvieron que limitar la cantidad que cada familia podía comprar.

Cómo es el servicio
El servicio ofrece distintas opciones, que cuestan desde 500 a 1000 dólares durante seis meses, de acuerdo con la cantidad de gallinas y el lugar donde se entregan. Estos precios incluyen los animales, el bebedero, el comedero, una guía para cuidarlas y, sobre todo, el gallinero de una gran calidad, una especie de casa de muñecas con patio, rodeada con un corralito y todo sobre rueditas.
“Cada día, nuestros clientes pueden trasladar el gallinero hasta un lugar con pasto fresco para que puedan comer las gallinas, para que coman nuevos insectos sin dejar de estar protegidas de los animales predadores”, explicó Lee. Mientras tanto, Kim contó que, con dos gallinas en su casa, puede esperar juntar hasta 14 huevos por semana.