Muchos de los 25 mil habitantes de la ciudad de Lice, en el este de Turquía, tuvieron que ser internados de urgencia a causa de una intoxicación masiva luego de que la Policía local quemara 20 toneladas de cannabis incautado y el humo del incendio permaneciera en la localidad durante días.
Los agentes policiales realizaron una gran redada en el centro de la ciudad donde decomisaron las 20 toneladas de cannabis por un valor de 230 millones de dólares y, para deshacerse de él, decidieron hacer una quema en un campo vecino, provocando una nube tóxica.
El 18 de abril pasado fue el golpe a los narcotraficantes de Lice, pero la Policía no se dio cuenta del peligro que implicaba incinerar el cargamento en la vecindad de la localidad. Es que inmediatamente el humo de la quema se trasladó al centro urbano, afectando a todos sus pobladores.
Fue así que las autoridades pidieron a los vecinos que permanecieran encerrados en sus casas durante por lo menos cinco días para evitar intoxicarse y que no abrieran las ventanas para evitar los efectos del cannabis.
Los síntomas que afectaron a la población
El resultado de la humareda fueron síntomas como mareos, náuseas y alucinaciones. “El olor a droga envuelve el distrito desde hace días. No podemos abrir las ventanas. Nuestros hijos enfermaron, vamos constantemente al hospital“, se quejó un vecino, reclamo que se sumó a muchos que no pararon de protestar ante los medios locales.
Pero no solo fue un error de la Policía la decisión de quemar la droga confiscada, sino que, para dar un mayor golpe de efecto, con los paquetes incautados formaron la palabra “LICE”, que identifica a la ciudad, y grabaron cómo se iba quemando todo el cargamento, en una medida que les terminó jugando en contra.
