Maia Vallejos fue asesinada en 2021 por su mamá y su padrastro cuando tenía apenas dos años. El caso provocó una gran conmoción a los habitantes de Quitilipi, en Chaco, por los detalles escalofriantes que se conocieron de este brutal crimen.
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La pequeña murió por estrangulamiento y las pericias descubrieron que tenía clavadas dos agujas en su cuerpo. Los asesinos fueron reconocidos como Melisa Vallejos y su pareja, Héctor Gómez, que fueron condenados a cadena perpetua.
La pequeña ingresó al Hospital 4 de junio de la zona y fue trasladada por su mamá que, tal como revelaron los testigos del caso, no se mostró muy colaborativa al momento de cuidar a su bebé. Finalmente, la niña murió de un paro cardiorrespiratorio.
En ese momento, descubrieron que Maia tenía dos agujas incrustadas, que afectaban el lóbulo pulmonar derecho y otra en la zona del timo.
La confesión más desgarradora
La causa fue investigada por el fiscal Cristian Arana y la pareja fue condenada a cadena perpetua por este homicidio. A pesar de la sentencia, Melisa Vallejos logró prisión domiciliaria porque estaba embarazada y Héctor Gómez fue trasladado este lunes 5 de mayo a la Presidencia de la Plaza al Complejo Penitenciario Provincial N°II, tras haber pasado más de dos años en una comisaría.
Lo macabro del caso es que la mamá confesó públicamente haber matado a su propia hija, pero después se desdijo con una declaración confusa en redes sociales. “Te quiero pedir mil disculpas. Perdóname. Ya no aguanto más, necesito decir la verdad. Yo maté a mi hija. Estuve mal, me arrepiento”, dijo en un video que grabó en abril de 2023.
Sin embargo, después de esta publicación se retractó y aseguró que fue obligada por su pareja a realizar este video. A pesar de este giro, las autoridades consideraron que no era necesario abrir el caso.
