Jennifer James fue una personalidad destacada dentro de la comunidad de Berthoud, Colorado, y sus vecinos la reconocían por su incansable lucha contra el cáncer.
La mujer superó varias veces la enfermedad, pero su destino le jugó una mala pasada cuando una bala perdida impactó sobre ella cuando estaba en su casa.
Jennifer murió el pasado 28 de abril después de que Ebenezer Worku, un joven de 20 años, disparara mientras limpiaba una de sus armas. Al parecer, el hombre no sabía que la pistola tenía balas, por lo que el hecho fue un accidente desafortunado.
James estaba atravesando su quinto tratamiento de quimioterapia y se encontraba en su hogar con otras personas que no fueron heridas.
En el caso intervinieron las autoridades de Larimer County Sheriff’s Office (LCSO) que, gracias a las cámaras de seguridad del vecindario, descubrieron quien había sido el causal de esta tragedia.
Un testimonio débil y un pedido desesperado
El testimonio de Ebenzer Waku fue suficiente para poder detenerlo bajo la causa de asesinato en primer grado con indiferencia extrema. Tal como revelaron en KDVR, el acusado disparó varias veces desde su auto creyendo que las balas iban a impactar contra una pared. Sin embargo, al conocer las consecuencias eligió alejarse de la escena, apagar el motor y huir.
Por el momento, el asesino está detenido en la cárcel del Condado de Larimer, con una fianza establecida en 1,25 millones de dólares.
En tanto, el entorno cercano a Jennifer James armó una campaña en GoFundMe con el objetivo de recaudar fondos para los cuatro hijos de la víctima.
