Luciana Bustos Sánchez fue condenada a prisión perpetua por el asesinato de Marcelo José Amarfil, su amigo de 48 años. La Justicia encontró a la mujer, que es científica del Conicet, culpable por el delito de homicidio agravado por el vínculo.
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“Agradezco a mi familia por el cariño. Siento un profundo dolor por los familiares de Marcelo. Quiero abrazar a Graciela (su hermana). Sigo sosteniendo mi inocencia”, dijo la acusada en el juicio oral minutos antes de escuchar el veredicto.
Fueron los magistrados Guillermo Adárvez, Gerardo Fernández Caussi y Matías Parrón quienes dictaron la sentencia por el delito de homicidio agravado, dejando sin incorporar el agravante de alevosía, a pesar de la solicitud de la querella.
El crimen de Marcelo José Amarfil
Marcelo José Amarfil murió durante la madrugada del 17 de enero de 2024 en San Juan. Cuando la Policía llegó al lugar del hecho, encontró al hombre de 48 años sobre el asfalto. “Mi amigo se mató, se mató con un cuchillo. Le dio un brote psicótico”, fue lo que declaró Luciana Bustos Sánchez en ese momento.
Graciela, hermana de la víctima, declaró más adelante que había sido ella quien había pasado a buscar a su hermano esa noche para salir. Luego de ir a cenar a un bar y estacionaron en una calla cerca del aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento donde habrían mantenido relaciones sexuales.
La Justicia cree que la científica le ató las manos al volante y le puso un antifaz. Aprovechando ese estado de vulnerabilidad, lo degolló y lo acuchilló seis veces, mientras él intentaba defenderse. Luego, habría dejado el cuerpo en la calle, donde fue encontrado por la Policía al llegar.
“Parece que ellos tenían esa relación de sadomasoquismo, porque le puso las esposas con una cadenita y un antifaz. Al parecer habían tenido sexo porque estaba desnudo y se encontró hasta semen. Mi hermano era zurdo y las heridas estaban del lado derecho”, contó Graciela, la hermana de Marcelo.
Por otro lado, contó que en el año 2019 Marcelo y Luciana habían empezado un “negocio inmobiliario” del cual conocía pocos detalles. “Miraban terrenos para comprar, edificar y venderlos”, precisó. “Creemos que el desencadenante fue la plata, no encuentro otro motivo”, agregó Graciela.
