Durante décadas, el azúcar fue señalado como el enemigo número uno de la salud bucal. Sin embargo, una nueva investigación viene a cambiar esa creencia: no solo los dulces pueden dañar tus dientes. Pan, fideos y papas fritas también pueden ser responsables de la aparición de caries. Y lo más revelador es que tu predisposición a sufrirlas podría depender de tus genes.
Un estudio de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, reveló que no todas las personas procesan los almidones de la misma manera. La diferencia radica en un gen poco conocido, el AMY1, encargado de producir una enzima llamada amilasa salival. Esta enzima descompone el almidón durante la masticación y lo convierte en azúcares simples, justo donde más daño pueden hacer: en la boca.
La cantidad del gen AMY1 varía según la persona. Algunos tienen apenas dos, mientras que otros pueden tener hasta veinte. Cuantas más tengas, mayor es la producción de amilasa lo que hace que si comés una porción de papas fritas y tu cuerpo genera mucha amilasa, es como si te estuvieras comiendo un caramelo sin saberlo.
Alimentos más peligrosos que el azúcar para la salud de tus dientes
Según explican los investigadores, la cantidad de copias del gen AMY1 está ligada a la evolución de cada población. Las personas cuyas raíces provienen de regiones donde se consumían muchos cereales y raíces (como trigo, maíz o papas) tienen más copias del gen y, por lo tanto, una mayor capacidad para digerir almidones.
Pero esta adaptación que alguna vez fue útil para sobrevivir, hoy puede jugar en contra. Si venís de una familia donde la panera nunca falta en la mesa, tu genética podría estar predisponiéndote a desarrollar caries con más facilidad, incluso si no comés alimentos dulces.
A pesar de estos hallazgos, los expertos aclaran que no es necesario eliminar los almidones de la alimentación. El foco debe estar en fortalecer la higiene bucal y tener mayor conciencia sobre el impacto de ciertos alimentos “inofensivos”.
Algunas recomendaciones clave:
- Cepillarse los dientes después de consumir carbohidratos como pan, pastas, papas o snacks.
- Beber agua luego de las comidas para ayudar a arrastrar restos y reducir la cantidad de azúcar en la boca.
- No subestimar a los alimentos salados: aunque no tengan gusto dulce, pueden ser igual de agresivos con el esmalte dental.