Con la ola polar que se viene en la parte final de junio, vestirse adecuadamente no es una cuestión de estilo, sino para sobrellevar los fuertes fríos que llegarán con el invierno. En este contexto, una técnica usada por montañistas y esquiadores comienza a volverse indispensable también para la vida cotidiana: el sistema de las tres capas.
Este método de vestimenta, probado en las condiciones más hostiles, permite conservar el calor corporal, mantener la piel seca y protegerse del viento y la lluvia. Lo mejor de todo es que se puede aplicar con ropa que probablemente ya tengas en tu armario o que podés conseguir fácilmente.
¿En qué consiste la técnica de las tres capas para poder hacerle frente al frío del invierno?
Esta técnica es bastante sencilla, pero clave para lograr mantener el calor corporal:
- Capa base: mantener el cuerpo seco es prioridad
La primera capa es la más pegada a la piel y su función principal es regular la humedad. Durante el invierno, aunque no lo notes, tu cuerpo sigue transpirando. Si esa humedad queda atrapada, te enfriás más rápido. Por eso, esta capa debe ser de materiales sintéticos transpirables (como poliéster técnico) o lana merino, un tejido natural muy valorado por su capacidad de absorber la humedad sin perder calor.
En esta capa evitá el algodón, ya que absorbe la humedad y tarda en secarse, enfriando el cuerpo.
- Capa aislante: retener el calor
Esta capa intermedia actúa como aislante térmico y es la encargada de mantener el calor corporal generado por la capa base. Los materiales más recomendados son el polar, el fleece o incluso las plumas sintéticas en zonas muy frías. Esta capa puede variar su grosor según la temperatura exterior.
Si necesitás moverte mucho o realizar actividades físicas, elegí una prenda más liviana. Si vas a estar quieto o a la intemperie, una más gruesa te va a darmayor protección.
- Capa exterior: proteger del viento, la nieve o la lluvia
La última capa es la más expuesta al clima y debe tener la capacidad de bloquear el viento y repeler el agua, sin impedir que el cuerpo respire. Las camperas impermeables con tecnología respirable (como las tipo shell) o las parkas térmicas con membrana impermeable cumplen esta función. Si no llueve, una campera rompeviento puede ser suficiente.
¿Cómo combinar las capas?
El sistema es flexible y podés agregar o quitar capas según el frío y la actividad que vayas a realizar. Por ejemplo, para un día laboral en Buenos Aires durante la ola polar:
- Remera térmica + calza térmica
- Buzo polar + pantalón de gabardina
- Campera impermeable larga + bufanda, gorro de lana y guantes
Para quienes trabajan al aire libre o en zonas rurales, la combinación puede incluir doble capa aislante.
Aunque algunos materiales pueden parecer costosos, invertir en buena ropa térmica es invertir en salud y bienestar. Además, la durabilidad de estas prendas las convierte en aliadas para el bolsillo a largo plazo.
