Dime qué forma de pie tienes y te diré cómo es tu personalidad. Parece una exageración, pero la disposición de tus dedos dice mucho más de lo que te podés imaginar con respecto a qué clase de persona sos.
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Porque más allá de su función biomecánica, la disposición de los dedos fue objeto de diversos estudios antropológicos y culturales, puesto que los distintos tipos de pies parecen estar vinculados a orígenes históricos. Desde el tipo de pie egipcio, hasta el germánico, pasando por el romano, el griego y el celta, cada uno de ellos puede revelar rasgos de tu forma de ser que te van a sorprender.
Para conocer qué clase de pie tenés, es muy fácil, ya que solo tenés que observar la longitud y la disposición de tus dedos. La ciencia explica que no solo se debe a cuestiones genéticas, sino también culturales, ya que los pies se han ido desarrollando en función del calzado que usaron en cada una de estos cinco grandes grupos étnicos.
Cómo son los distintos tipos de pies y qué dicen de tu personalidad
Pie egipcio: se reconoce fácilmente por tener el dedo gordo más largo que el resto, con una inclinación progresiva hacia los otros dedos. Este formato es el más común y está presente en el 70 por ciento de la población mundial. Se afirma que quienes tienen esta forma de pie son personas más reservadas y discretas, con gran capacidad para guardar secretos.
Pie romano: se caracteriza por la igualdad de longitud de sus tres primeros dedos, en tanto que el cuarto y el quinto se inclinan ligeramente hacia abajo. Representa al 25 por ciento de la población, y las personas que posee este tipo de pie suelen ser más carismáticas, con habilidades de liderazgo y éxito en el ámbito profesional. Suelen disfrutar siendo el centro de atención y se destacan por su energía comunicativa.
Pie griego: se refiere a un tipo de pie donde el segundo dedo es más largo que el dedo gordo, mientras que el resto de los dedos se reduce de manera progresiva. Se trata de personas activas, entusiastas, inteligentes y con habilidades de liderazgo.
Pie celta: se distingue porque tiene su segundo dedo más largo que el primero, seguido de los otros tres más pequeños que descienden en línea. Son pocos lo que lo poseen y se trata de personalidades creativas, activas y con sensibilidad para el arte y grandes motivadores.
Pie germánico: en el pie germánico, el dedo gordo es el más largo, pero a diferencia del egipcio, los demás dedos tienen una longitud bastante uniforme. Esta morfología sugiere una personalidad más calculadora, eficiente y serena, con cierto distanciamiento respecto de todo lo que sea superficial.
