Una empleada doméstica fue asesinada a tiros al equivocarse de casa adonde había sido contratada para limpiar ese día, y ni siquiera había ingresado al domicilio.
La aberrante escena ocurrió en la localidad de Whitestown, en el Estado de Indiana (noreste de Estados Unidos), cuando la mujer, de origen guatemalteco, llegó hasta la puerta de una vivienda acompañada de su esposo, Mauricio Velázquez, quien también había sido contratado como limpiador independiente.
La pareja verificó la dirección dos veces y recorrió el barrio ubicado en las afueras de Indianápolis, para estar seguros de que habían llegado al lugar correcto. Y, mientras intentaban abrir la puerta con la llave que les habían entregado, la mujer se burló de su esposo al considerar que era muy torpe para hacerlo.
Fue ahí que la mujer le sacó el llavero de las manos para abrir por su propia cuenta cuando se oyó un disparo desde adentro de la vivienda que provocó que Ríos Pérez cayera al piso en medio de un charco de sangre.
“Ni siquiera había metido la llave cuando oí el disparo. Vi que mi esposa retrocedió dos veces y luego se le cayeron las llaves. Luego se desplomó y fui a atraparla. Intentaba consolarla y decirle que todo iba a estar bien, pero veía cómo salía la sangre”, contó su esposo al medio IndyStar.
La ley protege al asesino
Al mismo tiempo que sonaba el disparo, desde dentro de la casa llamaron al 911 denunciando una intrusión y, al llegar la Policía al lugar, hallaron a la mujer muerta con su esposo al lado en medio de una crisis de nervios.
“Los hechos recopilados no respaldan que se haya producido una entrada residencial. La pérdida de vidas siempre es una profunda tragedia, y nuestros corazones y oraciones están con todos los afectados”, indicó la Policía de Whitestown en un comunicado.
Por ahora no se ordenaron detenciones, ya que el Estado de Indiana cuenta con una legislación muy severa que permite a los propietarios usar armas para defenderse en caso de que consideren necesario protegerse a sí mismos y su propiedad.






