La cápsula china Tianhe, la más grande que se puso en órbita en ese país y fue lanzada de forma exitosa desde Pekín el pasado 29 de abril. Esta se sirvió del cohete Larga Marcha-5B Y2, que ahora es un peligro ya que podría caer en zonas habitadas de la Tierra.
Tras el lanzamiento de la cápsula, el cohete entró en la órbita baja de nuestro planeta. El propulsor se salió de control y, como consecuencia, el cuerpo central del Larga Marcha-5B Y2 podría caer estrepitosamente en los próximos días. Si esto ocurre, será uno de los objetos fabricados por los seres humanos más grandes en caer en la Tierra de manera descontrolada.
El cuerpo central del cohete mide cerca de 30 metros de largo y cinco de ancho. Aunque se va a quemar en su entrada a la atmósfera terrestre, los escombros restantes podrían caer en el mar o en zonas habitadas por personas.
Hasta ahora es imposible predecir cuándo caerá el Larga Marcha-5B Y2, ya que la velocidad de este proceso depende del tamaño y densidad de cada objeto, así como de otras variables que incluyen variaciones atmosféricas y fluctuaciones que tienen que ver con la actividad solar.
Los especialistas no saben si esto ocurrirá en días próximos o en semanas, pero la inclinación orbital de 41.5 grados indica que el cohete pasa al norte de Nueva York, Madrid y Beijing, y tan al sur como el sur Chile y Wellington, Nueva Zelanda. El Larga Marcha-5B Y2 podría volver a la Tierra en cualquier punto cerca de esta zona.
Está previsto que el cohete Larga Marcha-5B Y2 se queme al atravesar la atmósfera pero los escombros sí podrían precipitarse sobre la superficie terrestre aunque lo más normal es que caigan al océano o en áreas deshabitadas.
Aunque existe siempre la posibilidad de que caiga en zonas habitadas, amenazando vidas humanas y propiedades. A este peligro se le suma la dificultad que supone no poder calcular dónde y cuándo caerá la máquina.
