Aunque Alejandro Pucheta no suele hablar mucho de su vida privada, hace unas horas hizo referencia al vínculo que mantiene hoy en día con su hija, Barbie Vélez. En diálogo con Tomás Dente para su ciclo Vino para vos, habló sobre la paternidad cuando el conductor le mostró un video de la actriz mandandole un saludo.
“Sos el amor de mi vida, lo sabés. El hombre más bueno, hermoso, divino que conocí en la vida. Amo que seas mi padre. Te amo, sos un gran ejemplo para mí. Ojalá cada día me parezca un poco más a vos porque sos todo lo que está bien. Una persona buena, responsable, sos trabajador. Te amo con toda mi alma. Amo ser hija única y espero que me ames un cuartito de lo que yo te amo”, expresó con emoción Barbie en el clip.
Frente a esto, Alejandro Pucheta se sinceró con respecto a sus sentimientos. “Bueno, claramente se nota que soy una persona muy fría porque si no lloré con estos tres videos ya no lloro con nada”, arrancó. Y continuó: “A Barbie siempre le pido disculpas porque siento que no fui un buen papá, pero por esto que te digo, que era muy joven y siento que no estuve en todo”.
“Si bien creo que estuvo en las mejores manos, que fueron las de mis papás, no fui un papá muy presente con ella. Hoy trato de estar en todo, a la hora que me llama voy por lo que sea, pero nunca está de más pedir disculpas”, expresó el representante artístico, y añadió: “Siempre le pido ‘perdón por lo que no hice antes por vos’. Siento que fui mejor padre de grande que de chico. Hoy siento que no me quiero perder nada, quiero estar en todo y hacer lo que sea por ella. Igual, no me canso de pedirle disculpas por lo que no hice en su momento”.
Por último, Alejandro Pucheta explicó por qué se ausentó en algunos momentos de la vida de Barbie. “Prioricé mucho tiempo de mi vida el trabajo y me perdí muchas cosas de ella. Después me hizo un click en la cabeza y dije ‘no flaco, pará’. El click se me dio hace más o menos diez años. Yo trabajaba todo el tiempo, de día, y los fines de semana con la cumbia por la noche. Por ahí me tocaba una gira de jueves a domingo y no la veía. Lo hacía porque siempre fui un laburante, un tipo humilde, y además sentía que lo hacía para el futuro de ella”, reveló.
Al final, Alejandro cerró: “Hasta que un día dije 'no, ya está, no me voy a hacer ni más rico ni más pobre porque deje de trabajar un fin de semana”.
