Anamá Ferreira pasó por Flor de equipo, el ciclo conducido por Florencia Peña, y se animó al desafío intragable, el cual consiste en probar algunos extraños platos preparados por la producción o animarse a contestar algunas preguntas picantes. La ex modelo brasileña aportó su clásica cuota de humor al programa y se animó al fuerte interrogatorio.
“¿Cuál fue la peor crítica que recibiste después de hacer a tu Evita negra?”, le consultó Flor, y Anamá pareció debatirse entre si contestar o enfrentarse a comer una cebolla cruda en vivo. Al final, Ferreira se decidió y respondió: “¿La peor? Todas. Pero la foto es genial y la venden en San Telmo. Yo cantaba también: ‘no llores por mí’”. “¡Y guarda que no desafino!”, aclaró la mediática entre risas para probar su talento.
Frente a la revelación sobre la comercialización de la estampita de su Evita negra, el medio Paparazzi le consultó a Anamá Ferreira si podría brindar más datos sobre la venta. “Vinieron hasta de Londres para hacerme una nota sobre eso”, aseguró inmediatamente la brasileña. Además, ahondó aún más en la cuestión: “Le hicieron entrevistas a todas las que interpretamos a Evita, y Nacha Guevara, una genia, me dijo que tenían que hacerme a mí también”.
Fue allí cuando Anamá volvió a poner el énfasis en que aún al día de hoy se sigue vendiendo su fotografía en los puntos más turísticos de Buenos Aires, entre ellos San Telmo. “Ahí la vendían, los turistas compran cualquier cosa. Ser turista es lo más. Ellos llevaban la estampita mía”, narró entre risas la ex modelo. “Deberían pensar que era alguna santa. Santa Evita negra. Me muero con eso de los turistas, los amo. Van a los lugares y compran de todo, entre eso, mi estampita”, puntualizó Ferreira.
Además, la artista explicó: “¡Es lo más estar en San Telmo y que compren mi fotografía! No tiene precio. Todo lo demás sí, eso lo pagás con tarjeta”. Sobre el momento en que se puso en la piel de Evita con un clásico traje diseñado por Jorge Ibañez, Anamá señaló: “Fue lo más. Cuando lo hice, el traje que me hizo Jorge lo doné al Museo Evita. Tengo súper buena onda con la sobrina de Eva y de hecho ella me llamó para ponerle la voz en portugués al museo”.
“Es increíble, pero ningún peronista salió a criticarme”, concluyó Ferreira.
