En febrero del año pasado, a Andrea Estévez le tocó atravesar uno de los momentos más difíciles de su vida: Alfredo, su padre, falleció en sus brazos. “Mi viejo murió tomado de mi mano y me quedó la forma en que murió...Cuando tengo un ataque de pánico siento que lo revivo”, explicó al periodista Christian Banett de Pronto. Y agregó: “Yo tuve un ejemplo de viejo… tengo la vara tan alta con lo que fue mi papá. Yo sabía que, sin importar en qué parte del mundo estuviera, si yo tuviera un problema de la forma que fuera él iba a llegar”.
El fallecimiento de su papá no solo significó un gran vacío en su corazón, sino que también la afectó fuertemente por el lado familiar: “Me quedé sin la pata masculina de mi vida. Mi mamá siempre fue muy compañera de mi papá, pero para ella lo que él decidiera era lo correcto. Yo siempre supe que, si me pasaba algo, tenía el nido de mamá y papá, y eso hoy no está más”.
“Ahora soy la cabeza de la familia. Tengo que tomar todas las decisiones. Hannah depende de mí, mi mamá también. Es otro lugar que me toca en la vida. Y el año pasado exploté con los ataques de pánico. Viví un estrés postraumático por la muerte de mi papá, por las responsabilidades y por todo lo que cargué durante este tiempo”, expresó Andrea Estévez a corazón abierto.
En línea con esto, le detalló al periodista una fea situación que le tocó atravesar hace pocos días en Miami. Mientras estacionaba como podía en el estacionamiento de un supermercado, Andrea tuvo un ataque de pánico que definió como “de los más fuertes que tuve hasta ahora”. Mientras Adriana, su mamá, intentaba llamar a la ambulancia, la modelo gritaba: “Mamá, me muero, cuidame a Hannah”. En medio de la angustia, Andrea recordó las palabras que le había dicho su psicóloga: “Me dijo que en una situación de pánico fuerte corriera a buscar hielo y me lo pusiera en las manos y en la cara, porque alivia el sistema nervioso. Por eso me metí corriendo al supermercado, así llorando como estaba, fui a una heladera llena de jugos, saqué hielo, y me lo puse en las manos. De a poco me fui calmando”.
Cuando ya estaba más relajada pudo manejar hasta la casa de una amiga que vive a pocas cuadras del lugar, porque necesitaba la contención de saber que podía contar con alguien para que ayudara a su mamá y a su hija en caso de que le pasara algo. “Todo eso lo hace la cabeza. Los síntomas existen, pero es la cabeza la que empieza a programar la muerte. Y lo que a mí me pasó es que mi viejo murió tomado de mi mano y me quedó la forma en que murió...Cuando tengo un ataque de pánico siento que lo revivo”, puntualizó Estévez en relación a esos momentos de desesperación y angustia.
Como si eso fuera poco, a mediados de 2018 se separó de Juan Manuel García, su ex pareja y padre de Hannah. Si bien estuvo presente en el parto de la beba, después, literalmente, se borró. “Andá tranquila a la Argentina que en unos días voy y nos vemos allá, yo tengo que resolver algunas cosas acá”, le dijo por última vez. Así, Andrea Estévez pasó a cuidar sola de su hija y comenzó un arduo proceso que continúa hasta el día de hoy, ya que él no le pasa ni un peso para la crianza de la pequeña.
