Andrea Ghidone se sumó a las pocas voces que salieron a defender a Juan Darthés luego de que Thelma Fardin lo denunciara penalmente por haberla violado cuando era menor de edad, durante una gira de la novela “Patito Feo” en Nicaragua.
La bailarina, que trabajó junto al actor en la tira “Dulce amor”, afirmó que “Juan siempre fue un muy buen compañero, y como los dos somos tangueros, nos entendíamos muy bien”. También sostuvo que le “encantaría” volver a trabajar con él.
En diálogo con la revista Gente, Ghidone agregó: “Lo considero un gran cantante. Profesionalmente no tengo objeciones. Quisiera hablar con él y darle otra oportunidad”.
Pero la bailarina nacida en Uruguay también tuvo palabras para la causa que le inició Fardin. “Si la Justicia lo declara culpable deberá cumplir la condena como cualquier persona. Por algo existe el derecho de inocencia. No puedo opinar sobre lo ocurrido en Nicaragua, pero primero sería bueno que a Thelma le crea su propia hermana. Para condenar, existe la Justicia“, manifestó.
Y agregó al respecto: “Me atrevo a decir que Thelma debe estar arrepentida por la manera en que expuso todo. Me parece bien que haga la denuncia en la Justicia. Lo que no comparto es eso de contárselo al pueblo”.
Ghidone también relató que ella sufrió abusos en varios momentos de su vida. “Estuve al lado de gente que usó su poder para someterme. En ese momento no lo supe manejar. Me pasó en mi trabajo y con alguna pareja. Ahora que soy una mujer más grande me encargué de escribirle por privado a cada uno de esos hombres, diciéndoles lo que pienso. Pero no puedo denunciar a nadie si no tengo pruebas”.
Y finalizó reconociendo que no comparte la postura del colectivo de Actrices Argentinas, que acompañó a Fardin en el momento de hacer su denuncia pública: “Hay cosas que comparto y otras que no. No me gusta la violencia del hombre, pero tampoco la violencia que hoy tienen muchas mujeres. Hoy las mujeres estamos pidiendo respeto. ¿O no? Y la mejor forma de conseguirlo es, justamente, respetando todas las opiniones. El tango me enseñó que para bailar de a dos hay que aprender a escuchar al otro”.
