Antonella Belén Delmonte es la joven de 24 años que se suma a la creciente lista de vacunados VIP y que no pueden justificar los motivos para haber recibido la primera dosis de una de las aplicaciones que llegaron a la Argentina y que, en una primera etapa, estaban reservadas a trabajadores esenciales de la salud y personas mayores de 80 años. A menos de una semana de la polémica, la joven hizo un fuerte descargo en redes.
“Mi nombre es Antonella Delmonte y, como sabrán, tengo 24 años de edad. En los últimos días he sido víctima de una persecución en la que lo menos grave que se me dijo fue que había cometido un ilícito. Fueron muchas las personas que, por imprudencia, utilizaron fotos mías para dañar mi imagen e inventar una historia que no es cierta”, explicó inicialmente la joven vacunada con la Sputnik V.
Desde su cuenta de Instagram, Antonella continuó con sus fuertes palabras: “Agradezco a los periodistas que se interesaron en conocer la verdad, se contactaron conmigo y mis abogados y se sorprendieron al conocer lo que en verdad había sucedido”. Según la joven, el descargo tiene como objetivo brindar su versión de los hechos que trascendieron en los medios de comunicación.
“Se me acusa de haber saltado la fila para obtener una vacuna contra el Covid-19 con todo tipo de comentarios misóginos que lo único a lo que tendieron fue a dañarme por mi condición de mujer”, señaló Delmonte, quien dio detalles de su trabajo como personal de salud: “Trabajo en un consultorio médico para un profesional recepcionando al público. Para mantener mi trabajo se me indicó que debía recibir la vacuna. Me inscribí para solicitarla a través de la aplicación oficial de la Provincia de Buenos Aires”.
Según el relato de Antonella, luego de inscribirse le llegó la fecha y el horario de su vacunación y, en el día asignado, concurrió al vacunatorio con el certificado expendido por su empleadora que indicaba su condición laboral, así como también su contrato de trabajo. “Eso es lo que ocurrió. Las pruebas las voy a presentar a la Justicia en la medida en que me sean solicitadas”, aseguró Delmonte.
La preocupación de la joven radica en la mala imagen que se construyó de ella en los medios, lo que podría afectar su futuro profesional. “Quisiera pedirles a todos la mayor objetividad y menos misoginia. Esta situación pone en riesgo a mi familia, quienes podrían perder sus fuentes de trabajo”, destacó Antonella.
Por último, Delmonte aclaró que esta sería su última declaración pública y reforzó el motivo de su mensaje: “No engañé al sistema de vacunación, no tengo una pareja que trabaje en política, no le saqué la vacuna a nadie, no cometí ningún delito. Me encuentro a disposición de la Justicia, pero no a disposición de la gente que faltó el respeto”.
