Un grupo de cuatro astronautas que acababa de regresar de la Estación Espacial Internacional durante la jornada del jueves intentó describir cómo fue el reingreso a la atmósfera de la Tierra y las salpicaduras en el océano luego de más de 160 días en el espacio. Una cápsula SpaceX Crew Dragon que transportaba a la tripulación de vuelta a nuestro planeta se estrelló frente a Florida en la madrugada del domingo durante lo que fue el primer aterrizaje nocturno de la NASA en el mar en más de 50 años.
En conferencia, Victor Glover, uno de los astronautas pertenecientes al grupo de tripulación, detalló: “Hubo un punto en el que estaba como: ‘respira, inhala’, porque me sentía muy pesado. Me sentía como los dibujos animados cuando experimentan gravedad y su cara se desploma”. Sobre la primera misión regular que salió y regresó de la ISS a bordo de una nave espacial construida por la compañía del multimillonario Elon Musk, Glover sumó: “Esperaba que fuera tan dinámico y estimulante que el evento real, creo, fue un poco menos de lo que esperaba, pero fue algo agradable en todos los sentidos”.
El astronauta explicó que el peso de la aceleración se concentró en el pecho, dificultando la respiración, por lo que intentó esforzarse al máximo por centrarse únicamente en llegar a un ritmo adecuado de inhalar y exhalar. “El lanzamiento y la entrada son experiencias realmente únicas”, aseguró a pesar de las dificultades.
Shannon Walker, otra de las astronautas, remarcó: “Aterrizar en el agua fue interesante ya que ninguno de nosotros sabía realmente qué esperar, pero yo diría que, al menos desde mi perspectiva, fue un poco más suave que hacerlo en la tierra”. “Pasas menos tiempo bajo un paracaídas en el Dragón que bajo el Soyuz”, agregó, y adelantó que en un futuro no muy lejano serán los turistas espaciales y no los astronautas los que ocupen asientos en dicha nave.
Por otro lado, el astronauta japonés Soichi Noguchi dijo que el aterrizaje se realizó sin problemas: “El impacto fue muy, muy mínimo, y justo después de aterrizar sentimos olas y pensamos que habíamos regresado al planeta del agua”. “Es una gran sensación”, afirmó.
La NASA contrató a SpaceX para lanzar astronautas al espacio desde suelo estadounidense, lo que no ha sido posible desde 2011 con el fin del programa de transbordadores espaciales. Desde ese momento hasta ahora, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio se ha visto obligada a pagar los viajes a la EEI en barcos rusos Soyuz, que aterrizan en tierra firme.
