Una batalla campal en el fútbol mexicano dejó al menos 22 heridos, aunque extraoficialmente se habla de una treintena de muertos, durante el enfrentamiento entre Querétaro y el Atlas de Guadalajara en el estadio del primero.
"No hay noticias de muertos, 22 personas resultaron heridas, nueve de ellas trasladadas al hospital, dos de ellas en estado crítico", informó la Protección civil de Querétaro, un pequeño estado que colinda por su área norte con la capital mexicana.
Algunos futbolistas intentaron calmar a los fanáticos antes de ser enviados por el árbitro Fernando Guerrero a los vestuarios del estadio La Corregidora de Querétaro cuando los violentos ingresaron al campo de juego.
Como consecuencia de los enfrentamientos diversas familias se vieron obligados a buscar refugio dentro del terreno de juego, donde continuaron los incidentes.
Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, anunció la suspensión para los partidos previstos este domingo por la novena fecha del torneo "en solidaridad con las personas afectadas".
"Inadmisibles y deplorables los hechos de violencia en el estadio Corregidora de Querétaro. Los responsables por la falta de seguridad en el estadio sufrirán castigos ejemplares. La seguridad de nuestros jugadores y aficionados es prioridad", expresó Arriola desde su cuenta de Twitter sobre el ataque, que comenzó cuando Atlas ganaba por 1 a 0.
El mensaje de Arriola alude a videos viralizados en redes sociales que muestran a un encargado de seguridad del estadio abriendo una reja de separación para que los aficionados de Querétaro pudieran ir en búsqueda de la afición visitante.
Cabe mencionar que la barra de Gallos le pudo dar la vuelta al estadio por dentro para encontrar a la del Atlas sin oposición de elementos de seguridad, motivo que detonó los disturbios.
“La sonrisa se nos borra porque estamos en presencia de una de las masacres más grandes en una cancha de fútbol. Esto pasó en México, en el estadio del Querétaro”, comentó Marcelo Fiasche, en el arranque de TN Deportivo.
“Era considerado un partido de alto riesgo, evidentemente hubo fallas groseras en el operativo de seguridad, inacción de la policía y además se está investigando desde la fiscalía de Querétaro la omisión de recaudos por parte del club. Porque acá hay sospechas de una zona liberada, portones que se abrieron para que la barra del Querétaro fuera directamente a matar, porque esa era la intención, a los hinchas del Atlas de Guadalajara”, agregó Pablo Gravellone.
