La ‘parecidita’ de Emilia Mernes convenció con su similitud física a la cantante y Laurita Fernández, apenas la vio, no pudo evitar mostrarse sorprendida.
“¡Ah, no, no, no!”, expresó la conductora apenas abrió la puerta y la observó, visiblemente azorada.
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De esta manera, Laurita intentó ocultar a la niña de 6 años detrás suyo para remarcar: “Es igual”.
Al ver que la pequeña se movió hacia el lado opuesto para que los jurados de Bienvenidos a bordo la vieran, Fernández imitó el accionar de la participante y volvió a colocarse frente a ella, creando así un juego entre ambas ante las cámaras. “¡Es idéntica!”, subrayó la conductora, sorprendida.
“Perdón, ¿Vos cantás y bailás?”, le preguntó la animadora mientras se colocaba de espaldas a los jueces. Ante la afirmación de la niña, Laurita retrucó divertida: “¿En serio? ¿Cómo ella?”.
“¡No lo puedo creer!”, lanzó Fernández mientras, tomadas de las manos, ambas caminaban por el estudio para que el jurado pudiera verla más de cerca y luego enumeró las similitudes entre la participante y la cantante: “¡Los labios, la boca, la forma de los ojos, la nariz!”. “Es igual ¡Me vuelvo loca!”, cerró la conductora.
“La estafa de Emilia Mernes”: La cantante fue denunciada por pedir canjes y no cumplir lo acordado
Emilia Mernes está en el ojo de la tormenta después de que se volviera viral un hilo de Twitter. Allí, emprendedores y diseñadores apuntaron contra la artista por pedir canjes y no cumplir con lo acordado.
“La estafa de Emilia Mernes”, comenzó diciendo la cuenta @poroteras, donde se reunieron muchos de los damnificados e hicieron su descargo contra la cantante.
En dicha publicación se reunieron varias marcas que denuncian a Emilia Mernes y a su equipo de estilistas. Allí, sostienen que ellos no cumplen lo acordado y que devuelven la ropa en mal estado.
“Emilia Mernes junto a su equipo de estilistas se aprovechan de los emprendimientos chicos argentinos”, se pudo leer en una de las publicaciones.
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Varias denuncias fueron anónimas por miedo a represaría de los fanáticos. “Mientras Emilia y su equipo muestran su increíble calidad de vida cara, la ropa que usan no es abonada y tampoco se respetan los acuerdos con los emprendimientos”, se puede leer en otro de los post.
Todas las historias fueron muy similares y se basaron en el mismo fundamento. El equipo de Emilia Mernes pedía ropa, la usaban y no cumplían con lo pactado del canje junto a las menciones en las redes sociales.
“Fue una experiencia muy decepcionante y ojalá se haga lo suficientemente público como para que no sigan abusando del trabajo de personas que se rompen el lomo en cada emprendimiento”, expresaron los denunciantes.
